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EL CARTEL, A EXAMEN

¿Y si fuera San Mateo 2040?

¿Y si fuera San Mateo 2040?

Septiembre de 1940. Estamos aquí, de nuevo tenemos sensación de vida lúdica, tiempos de olvido de lo sucedido. Entramos en fase de compartir momentos que no ideas, no vaya a...

¡Tenemos ya un cartel! Y lo hizo Alfonso, nuestro cartel de las fiestas de San Mateo. La Asociación de la Prensa figura con los periódicos de la Región; los vemos seguidos, 1, 2, 3, 4, están todos con sus inconfundibles cabeceras construyendo un espacio en el que la imagen creada a golpe tipográfico equilibra la lectura del resto de elementos del cartel.

La mágica silueta de la ciudad marcada por la torre herida de la Catedral recoge en su oscura sombra el anuncio de la "fiesta". De una bruma blanca surge la luz, amarilla, fondo en el que se recortan los personajes que nos invitan al disfrute: Telva, Pinón y el toro; ¿el toro? pues sí. Pinón definido a modo arquitectónico, personaje geométrico, quieto, impertérrito, seguro conocedor de la esencia histórica vertida a base de ironía. Su mirada y la del toro parecen cruzarse, sus expresiones estáticas; rompiendo la contundencia de la síntesis de sus planos, el paraguas de Pinón y las banderillas del toro. Seguimos pensando en la "fiesta", paréntesis abierto en el espacio y el tiempo generando un oasis de momentáneo olvido, de sorprendente evasión, de paso al otro lado. En primer plano Telva; configurada a base de rombos portando los colores de la información de la "fiesta". Dama de porte sintético atrapa la visión del espectador.

Ella toma el protagonismo pero no nos muestra su cara, de manera misteriosa invita a seguirla, a adentrarse en la ciudad, los habitantes aún sorprendidos y perplejos por la vida reciente se ven atraídos por su enigmática presencia. Telva, compartiendo horizonte con "la Torre", avanza sin prisa a modo de flautista de Hamelin lanzando su colorida música.

Sin duda, “ellas”, Telva y la Catedral, nos invitan a la lógica de la fiesta. ¿Y si fuera San Mateo 2040?

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