Un joven de 22 años fue detenido por la Policía Local por una supuesta violación a una menor cometida la noche del domingo en su propio domicilio. Según fuentes de la investigación, fue la propia menor la que llamó a la Policía Local para denunciar que la tenían retenida contra su voluntad, pero una vez que fue localizada declaró ante la instructora del caso que había sido violada y agentes del cuerpo nacional de Policía procedieron a la detención del sospechoso.

El personal del servicio de Seguridad Ciudadana del Ayuntamiento de Oviedo recibió una llamada de la menor a las 2.29 horas de ayer. El operador escuchó a una joven con la voz muy baja que denunciaba estar retenida contra su voluntad por dos chicos en una vivienda de la avenida de Pumarín. Una patrulla se desplazó entonces hasta el lugar, pero en la vivienda tan solo estaban los dos chicos.

Los funcionarios encontraron colaboración de los varones, los cuales les facilitaron los datos de contacto de las chicas para aclarar las cosas, pero fueron detenidos por la Policía Local y puestos a disposición de la Nacional. Finalmente, solo dieron con una de ellas, que declaró ante la instructora del caso haber sufrido una agresión sexual, lo cual llevó a la Policía Nacional a mantener detenido al acusado para ponerlo a disposición judicial. Aunque en la llamada inicial se apuntaba a una retención forzosa por parte de los dos chicos, el segundo implicado no fue detenido y lo más probable es que únicamente tenga que declarar como testigo.

Fuentes de la Policía Nacional aseguraban al cierre de esta edición que el sospechoso continuaba detenido, aunque la víctima no había interpuesto denuncia. Para la reconstrucción de los hechos será indispensable la versión del amigo del detenido, así como de la otra chica que inicialmente no había sido localizada.

Todo apunta a que las cuatro personas que estaban en la casa cuando tuvieron lugar los hechos eran conocidos. Todos ellos tienen nacionalidad paraguaya y habían quedado esa noche para celebrarlas fiestas de San Mateo, primero en distintos locales y posteriormente en la vivienda de Pumarín en la que la joven aseguró haber sido víctima de una violación.

Desde la Policía Nacional aseguran que las investigaciones están todavía abiertas y se barajan diferentes hipótesis, pero confían en que tanto los testimonios de los implicados como otras pruebas forenses permitan esclarecer lo sucedido en la noche previa a la festividad de San Mateo.

Este caso se suma al de otras dos menores de 16 y 17 años que denunciaron haber sido agredidas sexualmente por cuatro jóvenes en un piso de la calle Jesús de la capital asturiana. Las dos jóvenes denunciaron que los cuatro chicos, de entre 18 y 24 años, se aprovecharon de su estado ebrio y que a una de ellas llegaron a meterle una zapatilla de deporte en la boca mientras la agredían.