La comunidad educativa del colegio Dulce Nombre de Jesús (Dominicas) de Oviedo tributó el lunes una calurosa despedida a Patricia García Ruiz, profesora de Infantil, que finalmente no pudo superar la valiente batalla que libraba contra el cáncer. Hoy, en "La columna del lector" Patricia Olalla escribe unas emotivas palabras.

Hoy es un día muy triste. Nos ha dejado mi amiga Patricia. Patricia era profesora de Infantil en el colegio Dominicas y una gran amante de su profesión. Disfrutaba con lo que hacía. En ocasiones, cuando alguien se va, hacemos un falso retrato de esa persona y solo ponderamos sus virtudes. ¡Yo no quiero hacerlo así! Patricia era una persona muy vital, cariñosa, atorollada, risueña, natural, un poquito chillona, luchadora y auténtica. Y así la quiero recordar, tal y como era.No tengo ninguna duda de que era alguien muy querido y que así se sentía. Pero en estas circunstancias, recibiendo tantos mensajes de tanta gente, me paro a pensar por qué no seremos más cuidadosos con los que queremos en vida. Empezando por los de casa, a los que siempre les toca la peor parte porque son los que tenemos más cerca.O el resto de la familia, con los que muchas veces solo nos juntamos en ocasiones señaladas. O tanta otra gente a la que consideramos amigos pero con los que no podemos contar en el día a día. Robemos unos minutos a nuestro ajetreado ritmo de vida para hacer una llamada y preguntar ¿cómo estás? Para hacerles sentir a los que queremos que estamos aquí, hoy y ahora.Ella tuvo tiempo de despedirse de todos: de su familia, de sus muchos amigos y compañeros y de todos los que la queríamos. Y, como ella misma nos dijo en referencia a su película favorita, no debemos agobiarnos por tonterías porque “La vida es bella”.Dándonos lecciones hasta el final.Adiós, “maestra”.