La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Talan un ciprés de 50 años en Santa Eulalia de Mérida por riesgo de desplome

El árbol, tan alto como los edificios, tenía un hongo incurable y será sustituido por un arce

Operarios de parques y jardines, durante la tala.

Adiós al viejo ciprés de Santa Eulalia de Mérida. Los trabajadores del servicio municipal de Parques y Jardines comenzaron ayer a talar el árbol, de entre 40 y 50 años, y afectado por una enfermedad fúngica e incurable llamada “phytophthora”, que podría provocar que el ejemplar se viniera abajo. “En estos momentos, el árbol es un peligro y lo mejor es talarlo para que no le caiga a nadie encima total o parcialmente. El objetivo es eliminarlo por completo cuanto antes, tocón incluido, y replantar otro árbol en su lugar”, explica el jefe del servicio, Juan Carlos Menéndez.

Los especialistas planean sustituir el ciprés, tan alto como los edificios circundantes, por otra especie autóctona y de hoja caduca, probablemente un arce, y ajardinar el parterre de Santa Eulalia de Mérida en el que ahora prácticamente no hay plantas. “El ciprés apenas deja crecer nada a su alrededor, así que esta es la oportunidad perfecta para mejorar la zona verde del entorno”, comenta Menéndez. Además, en la zona de Buenavista, el servicio de Parques y Jardines está mejorando las áreas ajardinadas y otros tantos parterres, especialmente en la avenida de Buenavista.

El ciprés de Santa Eulalia de Mérida fue adquirido por el Ayuntamiento hace cerca de medio siglo junto a otros que se plantaron junto a los Juzgados de Llamaquique. El año pasado, un vendaval tumbó dos de esos ejemplares.

Otras de las enfermedades que afectan a las zonas verdes del municipio, son las derivadas de la plaga de picudo rojo. Un coleóptero, un escarabajo originario del sur de Asia, que ocasiona importantes daños especialmente en las palmeras ya que sus larvas se alimentan vorazmente en el interior del tronco y la corona de estos árboles hasta llegar a destruirlos en su práctica totalidad. Así, los operarios municipales aplican periódicamente un tratamiento específico. Por ejemplo, a las palmeras y plantas de la Fábrica de Armas de La Vega.

Compartir el artículo

stats