Oviedo concentra en estos momentos proyectos para abrir en los próximos años cuatro grandes geriátricos privados con un total de 750 plazas dentro de una oferta que, en la actualidad, roza los dos mil alojamientos en el conjunto del municipio, sumando también los de titularidad autonómica y los concertados. El estallido de la pandemia y sus dos oleadas han azotado con especial crueldad a las residencias de mayores, pero no se han llevado por delante las iniciativas para levantar esos cuatro equipamientos. Eso sí, la situación obliga a sus promotores a replantearse el modelo inicialmente previsto para adaptarse al que define el Principado de acuerdo con el sector.
Aunque aún no se ha entrado al detalle, las nuevas instalaciones de Oviedo van a centrarse en la generación de lo que se conoce como unidades de convivencia, una separación por grupos de los residentes que permita evitar aglomeraciones en los espacios comunes y conseguir un trato mucho más personalizado. La Consejería de Derechos Sociales tiene previsto implantar dos experiencias piloto del nuevo modelo asistencial el año que viene, contando para ello con una residencia privada y otra pública.
“Estamos a la espera de que se concrete el nuevo modelo, aunque nuestro proyecto inicial ya incluía una importante división de espacios en el sentido que se plantea ahora”, indica el empresario avilesino Manuel Campelo, promotor del geriátrico previsto para las inmediaciones del Hospital Universitario Central de Asturias (HUCA). El plan original de Campelo extiende la capacidad del complejo hasta las 230 plazas y está pendiente de obtener la correspondiente licencia de obras, una vez que Urbanismo ha cerrado el cambio de catalogación de la parcela de sanitaria a asistencial. En todo caso, el empresario se queja de la “exasperante lentitud de la administración” para dar luz verde al inicio efectivo de los trabajos.
Los promotores del geriátrico previsto para dos de las cinco grandes torres de la parcela del Vasco también están dando una vuelta a sus planes iniciales para adaptarlos al escenario poscovid y al nuevo modelo asistencial que prepara el Principado. Se trata de una iniciativa de los responsables del centro intergeneracional Ovida de Montecerrao que, en principio, contará con cien habitaciones y cuarenta viviendas.
Los nuevos centros estarán ubicados en el Vasco, junto al HUCA, en San Lázaro y en la Casa Sacerdotal
También se reconoce a la expectativa Carlos Álvarez Naves, propietario del hotel Silken Monumental Naranco y cabeza visible del grupo de inversores asturianos que ha relanzado el proyecto del arquitecto Patxi Mangado para levantar dos grandes torres en San Lázaro. El plan se centra fundamentalmente en la construcción de 180 viviendas, pero, según confirma Álvarez Naves, también recoge una serie de equipamientos entre los que figura una residencia geriátrica que estaría dotada con unas 150 plazas. El promotor admite que la iniciativa para San Lázaro, paralizada hace una década por la anterior crisis económica, sigue adelante, aunque sea de forma “lenta” y también avanza ya que la nueva situación obligará a readaptar la instalación asistencial a lo que determinen las pautas marcadas por el Principado.
El cuarto proyecto geriátrico para Oviedo es la residencia para ancianos, dotada con 111 plazas, que planea el Arzobispado para una parte de la Casa Sacerdotal, con el objetivo de que se convierta en una fuente de ingresos que compense el gasto de mantenimiento de un edificio en el que en la actualidad residen 45 sacerdotes jubilados. Este proyecto está más retrasado que los otros, por lo que no tendría problemas para cumplir con el nuevo modelo.
Oviedo dispone hoy de 2.751 plazas geriátricas, sumando el casco urbano y la zona rural. Del total, 1.918 corresponden a instituciones privadas, entre las que hay 629 concertadas con el organismo Establecimientos Residenciales de Asturias (ERA). Los alojamientos en centros públicos son 833.
