“Mi perra y yo nos tratamos con aceites y cremas de cannabis y vi que era más económico elaborarlo yo mismo”. El varón acusado de plantar marihuana en un bajo propiedad del Adif (Administrador de Infraestructura Ferroviarias) en Olloniego se declaró inocente ante el juez de un delito contra la salud pública. Aseguró que los 4,4 kilos de droga hallados en el inmueble y que había cultivado durante cinco meses, eran para fines terapéuticos. Acusado también de robar luz de la red eléctrica, el procesado dijo que cuando alquiló el bajo el suministro ya estaba activo y pensó que era el Adif quien lo pagaba para posteriormente pasarle la factura.

El acusado dice padecer problemas de garganta y espalda que trata con productos cannábicos que usó también para tratar a su mascota de una metástasis “con resultados excelentes”. Trabajador de Adif desde hace once años, alquiló el bajo “para usarlo como trastero”, pero luego preparó una plantación de marihuana para fabricar sus propios productos cannábicos.

El fiscal interesa una condena de dos años de cárcel al considerar probado que creó la plantación para comerciar con la marihuana y que manipuló la red eléctrica para no pagar luz.