Nunca el Ayuntamiento estuvo más cerca de poner en funcionamiento los nuevos depósitos del Cristo, pero la maldición para renovar la traída de agua a la ciudad parece acompañar a esta infraestructura, cuya obra arrancó en el año 2004, hace ya 17 años en este 2021. En lo que parece ya más propio de una broma o de aquella paradoja en la que Aquiles nunca lograba adelantar a la tortuga, tampoco los técnicos municipales logran conectar el grifo y que fluya el agua desde los nuevos tanques por muy cerca que crean estar de lograrlo. Ahora ha sido un reventón en la tubería y una nueva fuga.
Estos días, superada ya una mínima obra para conectar los tanques del cloro, quedaba tan solo un papel de Sanidad certificando la calidad de las aguas, requisito imprescindible para poder conectar los depósitos a la red general. Pero esas mismas pruebas obligaron a conectar la tubería, dar agua y probar presiones. Todo funcionaba hasta que una fuga saltó a la altura de Latores. Era el objetivo, detectar problemas en una infraestructura que, aunque nueva, ya dio varios problemas en el pasado y fue una de las causas de los retrasos en estos 17 años. Ahora, la presión del agua provocó hace cuatro días un reventón en la tubería general en una zona próxima a donde estaba el famoso restaurante del núcleo rural de las afueras del municipio, en la finca de una vivienda unifamiliar donde ha dejado un socavón de varios metros.
El propio Ayuntamiento procederá a reparar de inmediato la avería, ante la imposibilidad de recurrir a la garantía de la empresa que ejecutó esas obras, ya que la firma quebró. La única ventaja, se consuelan los técnicos, es que el reventón ha dejado visible la avería y facilita su reparación. De momento solo se ha detectado esta fuga, aunque el reventón ha movido material en otros puntos de la zona.
