El parking del Calatrava, el aparcamiento subterráneo para 1.700 vehículos situado bajo el centro comercial de Buenavista, cerrado, sale a subasta. Los interesados en el equipamiento, que sigue activo a pesar de que la empresa propietaria, Global Scopes, entró en concurso de acreedores en diciembre de 2018, tienen hasta el 29 de marzo para presentar sus ofertas sin una cuantía mínima, según establecen las bases aprobadas por la administración concursal a cargo del despacho de abogados Fernando Martínez Sanz.
La empresa arrastraba ya en 2016 unas pérdidas de 2,5 millones de euros y una deuda hipotecaria superior a los once millones. La propietaria del inmueble fue declarada en concurso de acreedores por auto de 19 de diciembre de 2018 y un nuevo auto del pasado 28 de diciembre dio luz verde al plan de liquidación de la sociedad mercantil.
Dicho plan incluye la venta de la unidad productiva. Los interesados en pujar por hacerse con el equipamiento tienen hasta el lunes día 29 de marzo para formalizar sus ofertas, si bien desde la administración concursal recomiendan ponerse previamente en contacto con ellos para facilitarles las bases y condiciones de la compra. “La subasta se realizará sin un precio mínimo fijado”, apuntaron ayer a LA NUEVA ESPAÑA fuentes cercanas a la administración concursal.
Si bien los propietarios no aclararon en su día los motivos para acogerse al concurso de acreedores, los datos económicos del aparcamiento a comienzos de 2019 ya hablaban por sí solos de lo complicado que era conseguir que la gestión del aparcamiento bajo el centro comercial resultara rentable. Por aquel entonces, el volumen de negocio del parking era de un millón de euros, de los que 600.000 correspondían a un acuerdo con los entonces dueños del centro comercial de Buenavista.
Con la adquisición del complejo comercial por parte del grupo Estabona, sustanciado a finales de 2017, se abrió un nuevo escenario con varias alternativas que no llegaron a cristalizar. La sociedad dirigida por Dilip Khullar planteó renegociar el acuerdo con el parking por 200.000 euros el primer año y 400.000 variables, según el número de clientes en los años sucesivos, así como la posibilidad de hacerse con la propiedad. De momento, todos esos planes están paralizados a la espera de si finalmente Estabona decide o no ejecutar una ambiciosa reforma para reabrir el complejo con un modelo de negocio enfocado a una oferta de actividades de ocio alternativas a un centro comercial tradicional.
Negocio en marcha
A pesar del duro golpe que supuso para el parking el cierre definitivo del centro comercial –a excepción del Burger King, que sigue abierto– en marzo de 2018, el aparcamiento sigue funcionando con normalidad bajo la gestión de una empresa subcontratada y la intención de los administradores es entregarlo a sus nuevos propietarios en pleno funcionamiento.
