La Travesera Integral de los Picos de Europa, una prueba condenada por las restricciones que establece el nuevo Plan de Uso y Gestión de los Picos de Europa, donde se prohíben expresamente las pruebas y actividades deportivas extraordinarias que ocupen parte del horario nocturno, atraviesa, no obstante, “caminos usados por montañeros y respeta la normativa medioambiental actual”. Ese es el punto de vista, y la defensa, que esgrime José María de Saracho, presidente del Grupo de Montaña Ensidesa Gijón, organizador de la prueba y de su “hermana pequeña”, la Traveserina, junto con la Federación de Montaña del Principado de Asturias. Lo dijo ayer en el Club Prensa Asturiana, durante una mesa redonda moderada por el periodista de LA NUEVA ESPAÑA José Luis Salinas, en la que también participaron Alfredo Ojanguren, biólogo, profesor de la Universidad de Oviedo y miembro del Grupo medioambientalista Geotrupes, y Sami Walid Hammoudeh García, presidente de la Asociación Cabraliega de Turismo (Ascatur).

Alfredo Ojanguren, miembro del Grupo medioambientalista Geotrupes

Alfredo Ojanguren, miembro del Grupo medioambientalista Geotrupes

Al coloquio estaba invitado Rodrigo Robledano, director de la vertiente asturiana del Parque. Desde la Administración del Principado excusaron su presencia debido a la pandemia, que ha limitado los actos presenciales. Ojanguren expresó una opinión claramente contraria a la de los organizadores, a los que incluso ofreció ayuda para elaborar unas directrices que hagan compatible la prueba con la protección medioambiental. “El impacto de la Travesera es negativo, y el Plan de Uso y Gestión del Parque Nacional de los Picos es el más laxo de toda la red”, señaló Ojanguren, que argumentó el daño que causa la prueba nocturna en el hábitat de vertebrados como el urogallo o el oso pardo, o especies de flora, entre ellas ocho endemismos de los Picos. “El problema de hacer la carrera durante el día es que queda desvirtuada, es como si a las 24 horas de Le Mans le quitan cuatro, no es lo mismo”, indicó De Saracho. “Los corredores usan caminos utilizados por los montañeros y me duele mucho que se quiera recortar la viabilidad cuando seguimos las normas del Parque y de la Red Natura. Los humanos y el medio ambiente y los animales tenemos que aprender a convivir, no a separarnos”, añadió.

José María de Saracho, presidente del Grupo de Montaña Ensidesa Gijón

José María de Saracho, presidente del Grupo de Montaña Ensidesa Gijón

Sami Walid Hammoudeh García resaltó el beneficio económico que genera la carrera en Cabrales y en la comarca, un maná que permite la supervivencia de muchos negocios, ya que la influencia de las pruebas es un goteo de ingresos a lo largo de todo el año.

“En Cabrales, la actividad tradicional ha sido la ganadería, que ahora va a menos; ahora estamos más enfocados al turismo. La publicidad y esas imágenes, que llegan a todo el mundo, son fundamentales para nosotros”, señaló el empresario. “El daño ambiental es mucho mayor haciendo la ruta del Cares o subiendo a los Lagos que haciendo la Travesera. El ambiente que hay en Cabrales esos días es espectacular”, añadió Sami Walid Hammoudeh García,

Sami Walid Hammoudeh García, presidente de Ascatur

Sami Walid Hammoudeh García, presidente de Ascatur

La Travesera, que se inicia a las doce de la noche, lleva 17 años disputándose en junio. Es la carrera decana de las pruebas de montaña en parques nacionales y desde 2018 tiene un máximo de 450 participantes autorizados. En el año 2020 se canceló por la pandemia.