La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Josefa Sanz: “La mujer está presente en toda la historia jacobea, no es marginal”

La historiadora analiza la aportación femenina al Camino en el Centro del Prerrománico

María Josefa Sanz, ayer, durante la conferencia. | Luisma Murias

Cuando se abrió el sepulcro de Isabel de Portugal, la Reina Santa, en el siglo XVII, casi 300 años después de su muerte, se realizaron dos hallazgos sorprendentes: el primero, que el cadáver de la reina permanecía incorrupto; el segundo, que había sido enterrada con una escarcela decorada con conchas y un báculo con vieiras grabadas en plata y jaspe. Eran los dos regalos que el arzobispo de Santiago le había entregado a Isabel de Portugal cuando había peregrinado a Compostela, en 1325.

Esta fue una de las historias jacobeas protagonizadas por mujeres que ayer relató María Josefa Sanz, catedrática Ciencias y Técnicas Historiográficas por la Universidad de Oviedo y profesora emérita honorífica de la institución, durante la conferencia “La mujer en el Camino de Santiago”, que impartió ayer en el Centro de Recepción e Interpretación del Prerrománico Asturiano, en el Naranco.

“La mujer está presente en toda la historia jacobea, no es marginal. Ni mucho menos”, precisó Sanz, que analizó el tipo de mujeres que se podían encontrar asociadas al Camino y en qué condiciones peregrinaban a Santiago, además de reseñar algunas mujeres especialmente relevantes dentro de la historia jacobea, como la propia Santa Isabel de Portugal o Santa Brígida de Suecia.

Durante la conferencia, María Josefa Sanz explicó que, en los siglos del Medievo, la ley española obligaba a las mujeres a peregrinar por parejas, siempre una mayor y otra más joven. Pero en otros países no se aplicaban estas leyes, por lo que proliferaban las mujeres que viajaban solas y también la que venían en familia, con marido e hijos que en ocasiones se instalaban en Asturias y otros enclaves atravesados por la vía santa.

María Josefa Sanz ilustró la conferencia con numerosas imágenes, entre ellas la representación de mujeres peregrinas en los márgenes de manuscritos miniados, de gran belleza. Al hablar concretamente de Asturias, la medievalista se centró tanto en las peregrinas como en las mujeres fundadoras de hospitales, toda vez que están documentadas varias fundaciones protagonizadas por mujeres de establecimientos hospitalarios en la región.

La conferencia culminó con una descripción, a cargo de la medievalista, de la vestimenta de la mujer peregrina. “Llevaban hábito de xarga, con un fraile franciscano. Pero debajo ponían una saya roja, amarilla o verde. Además, llevaban una esclavina, una barjuleta o mochila, y también botinas”, relató la historiadora.

Compartir el artículo

stats