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Homenaje en bronce para Jaime Martínez: la Ópera, el rugby y la medicina, en un busto para la eternidad en Oviedo

“Éramos muy amigos y lo merece”, dice el artista Manuel García Linares, inmerso en la creación de la escultura dedicada al popular neumólogo fallecido en 2019

Eternidad de bronce para Jaime Martínez

Eternidad de bronce para Jaime Martínez Lucas Blanco

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Eternidad de bronce para Jaime Martínez Lucas Blanco

Hicieron piña en Madrid durante su etapa de estudiantes, consolidaron su relación de amistad cuando volvieron a Asturias y desde entonces fueron inseparables en cada evento en el que coincidían. Ahora, Manuel García Linares quiere brindar su propio homenaje a Jaime Martínez González-Río, presidente de la Fundación Ópera de Oviedo fallecido a los 77 años en septiembre de 2019, con la creación de un busto en su memoria que será colocado, posiblemente el próximo verano, junto al HUCA. “Éramos muy amigos y sin duda se lo merece”, indica el artista sobre quien también fue reconocido neumólogo y entusiasta del rugby.

La idea partió de Susana, la mayor de las cuatro hijas de Jaime, el pasado verano, cuando el Ayuntamiento inició los trámites para dedicarle la glorieta situada junto a los accesos a Consultas Externas del hospital. “Susy, la viuda, se puso en contacto conmigo para plantearme la posibilidad de hacerle un busto, no pudo ser mejor idea”, rememora García Linares mientras ultima la imagen en barro, imprescindible para obtener los moldes que posteriormente servirán para acometer la fundición en bronce y otros metales de la escultura.

El artista tinetense inició los trabajos el pasado diciembre en los talleres de una fundición de Bobes (Siero), donde la familia de Jaime Martínez ya ha podido ver en primera persona el resultado de los trabajos. “Mi madre está fascinada y a nosotras –las hijas– nos encanta porque representa muy bien, no solo la figura, sino los intereses de mi padre”, explica Carla Martínez, la hija encargada de impulsar la colecta de fondos que ha hecho posible financiar el proyecto presupuestado en 15.000 euros.

La campaña de donaciones se abrió el pasado septiembre, justo un año después del fallecimiento del que también fuera presidente del Real Oviedo Rugby, y en apenas unos meses fueron más de un centenar de personas e instituciones que aportaron dinero para cubrir el 100% de los objetivos. “Estamos agradecidísimos y muy orgullosos de lo mucho que la gente le quería”, explica la representante de la saga Martínez Schmickrat.

Cuarta obra

Los halagos de la familia no hacen más que dar alas a un artista encantado de elaborar la que será su cuarta obra en las calles de Oviedo. García Linares presume actualmente de poder contar en espacios públicos de la capital asturiana con tres obras: el monumento a la Lechera, en Trascorrales; la escultura “¡Adiós Cordera!”, en el Campo San Francisco; y la estatua dedicada al exalcalde Luis Riera Posada frente a la basílica de San Juan el Real. “Siempre es un placer poder exhibir tu obra en sitios tan transitados”, indica.

García Linares, admite, no obstante, dificultades para poder conseguir un trabajo digno del encargo. “Tengo mi propia imagen de Jaime Martínez, pero siempre es difícil trasladar una foto a una escultura, más cuando las fotos que tienes no están pensadas para este fin”, explica en relación a un proceso iniciado con unos hierros, una bola y un busto de escayola y mucho mimo. “El momento de dar forma a la arcilla es clave para el resultado del encargo”, subraya sobre el primer gran paso del proceso creativo que acaba de concluir en las instalaciones facilitadas por los hermanos Anselmo y Alfredo Iglesias.

Si todo va bien, el busto estará listo en un par de meses y su estandarte será todo un guiño a la trayectoria profesional y social del gran impulsor de la ópera ovetense en las últimas décadas. “Llevará tres relieves: uno dedicado al hospital, otro al rugby y un tercero a la Ópera”, adelanta sobre los pequeños detalles de una obra que de momento cuenta ya con varias pistas sobre la trayectoria del afamado neumólogo. “Consideré oportuno ponerle una bata del hospital, un libro de Hipócrates en las manos y un fonendoscopio al cuello”, subrayó el artista multidisciplinar.

Posibles ubicaciones

Una vez culminada la escultura, tan solo hará falta el visto bueno municipal para colocarla en uno de los espacios barajados. La primera opción fue la propia plaza que lleva el nombre del facultativo en los entornos del HUCA. Sin embargo, al tratarse de una glorieta por cuyo interior no pasan peatones, la familia baraja otras alternativas como una acera ancha o alguna plaza pública del complejo hospitalario. “Soy más partidario de esto último, pues a los artistas nos gusta que las obras puedan ser vistas por la gente”, se posiciona García Linares.

De momento, el asunto está en manos de los arquitectos municipales, los cuales tienen previsto informar a los familiares sobre las diferentes alternativas para tratar de buscar una ubicación consensuada. “Damos por hecho que no habrá ningún problema porque desde el primer momento solo hemos recibido muestras de colaboración y facilidades para llevar a buen puerto el proyecto”, comenta Carla Martínez, profundamente agradecida por el interés que ha despertado la iniciativa entre muchos ovetenses y asturianos sabedores de la huella dejada por Jaime Martínez González-Río en la cultura, el deporte y la medicina regional.

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