Otra vez 256 millones de euros. La primera vez que el Ayuntamiento de Oviedo planteó invertir ese dinero en la ciudad a lo largo de un año era marzo de 2019 y el concejal de economía, Rubén Rosón, lo saludaba como “el mayor de la historia”. Han pasado dos años, uno de ellos trajo una pandemia, y otro concejal de economía, Javier Cuesta, vuelve a llevar las cuentas municipales a esa cifra. “Pero este sí es, de verdad, el presupuesto más alto de la ciudad de Oviedo, no habrá que venir después a quitarle treinta millones ni nada por el estilo, no tiene restricción alguna, son para gastar en la ciudad en un año fundamental por la situación que estamos viviendo”.
Las palabras de Cuesta apuntan a una situación muy distinta a la actual. El “truco” de Rosón era tirar el presupuesto por arriba, vulnerar las normas de estabilidad presupuestaria y corregirse, a posteriori, con un plan de sostenibilidad económico-financiera. Ahora, el alivio a los Ayuntamientos les ha llegado en forma de una especie de amnistía financiera. Aunque seguían vigentes las férreas leyes de control a la administración local (estabilidad presupuestaria y regla de gasto) que impedían gastar el dinero ahorrado por cada ayuntamiento (los remanentes) sin restricción, la crisis del covid ha obligado a declarar una amnistía generalizada sobre esos dineros acumulados en las cajas locales. Eso es lo que le ha permitido al Ayuntamiento de Oviedo, en situación de prórroga presupuestaria, sumar ahora 35,3 millones a las cuentas de este año.
Ese dinero, con un reparto negociado en las últimas semanas por los dos socios de gobierno, PP y Ciudadanos, se organiza, principalmente, en cuatro grandes bloques. Uno lo forman esas partidas que el Ayuntamiento dejó de utilizar el año pasado ante el parón del covid, declarándolas “no disponibles”. En situación de prórroga presupuestaria, todo ese dinero paralizado sigue sin poder tocarse, por lo que ahora, con cargo al remanente, vuelven a reponer esas partidas en previsión de que muchas de las cosas que se anularon el año pasado, este vuelvan a celebrarse. Así sucede, por ejemplo, con las fiestas de San Mateo, que recibe 775.000 euros, con las subvenciones a las organizaciones de cooperación internacional, que vuelven a tener 526.000 euros, con la Zarzuela, con 220.000 euros o con las jornadas de piano, que ven de nuevo cubierto el agujero de 139.665,31 euros sin gastar que arrastraban del año 2020.
Un segundo grupo, también dentro del gasto, son las partidas específicas para el plan “Recover” de recuperación económica. Aunque no todo el dinero destinado a este tipo de acciones va debajo de este epígrafe, aquí si figura Cáritas con 50.000 euros, y partidas similares para la Cocina Económica o envíos de comida a domicilio. El “Recover” incluye, además, su propio plan de recuperación de la Cultura, que suma 600.000 euros.
Pero hay muchas más partidas suplementadas para la reactivación económica en los gastos que se han añadido gracias al remanente. Son en algunos casos incrementos de los contratos anuales pero también nuevas acciones.
Las cifras más altas corresponden a las destinadas a los distintos planes y proyecto de empleo lanzados por el Ayuntamiento, con un total en este capítulo de 4,45 millones de euros. Le sigue, también derivado de los problemas del covid pero en otro sentido, la aportación municipal de dos millones de euros al déficit de los autobuses de TUA, por las mermas en el servicio debido a la pandemia.
En el apartado de gasto hay incrementos en todos los servicios, en especial en limpieza, alumbrado, parques y jardines, limpieza especial de colegios... Pero también nuevas aportaciones de dinero a algunos proyectos y entidades que, aunque de menor cuantía, destacan por incorporarse en este esfuerzo inversor. Así, el Ayuntamiento aporta 50.000 euros más al museo de Bellas Artes y en el apartado de Cultura, al margen de la recuperación de los capítulos anulados el año pasado, inyecta 350.000 euros para actividades complementarias que desarrolle Oviedo Filarmonía.
Destaca también el esfuerzo en el programa vinculado al Xacobeo, “Oviedo origen del Camino”, que suma en varios convenios y partidas un total de 315.000 euros, y algunos refuerzos sociales como 130.500 euros para el programa de ayuda a domicilio.
Por último están las inversiones. No hay grandes novedades en este capítulo y sí la constatación de que los grandes planes del mandato han sufrido el parón del Covid y necesitan todavía la redacción de sus principales programas. Así figuran las pistas de atletismo del Naranco o todo lo referido a los Edusi (la reforma de la Cruz Roja, la del Palacio de los Deportes, el parque lineal de la entrada de la “Y”, la nueva glorieta de Santullano o el colector de la zona). Suman 1,315 millones, pero solo para redactar los proyectos.
Con los plazos fijos impuestos por Europa para que las obras estén realizadas y recepcionadas en 2023, la ejecución de estos programas, la licitación de los trabajos y su ejecución tendrá ahora que apurarse al máximo para llegar a tiempo y que no peligre el dinero de los fondos europeos.
También en las inversiones hay otros capítulos, como una gran partida para renovar el mobiliario de parques y jardines (628.034,10 euros), la adecuación del Auditorio (615.000 euros) o las partidas destinadas al consultorio de La Manjoya (300.000 euros) o el centro integrado de La Florida (450.000 euros).
El listado de inversiones guarda también otros apartados de muy diversas cuantías, desde los tres millones para sustitución de las luces de las farolas por LED (tres millones de euros) hasta un letrero luminoso que ha encargado Turismo y que ronda los 15.500 euros. Todo ello, remata el concejal Javier Cuesta, “ejecutable este año, muchas ya con proyecto y otras que podemos arrancar ya, todo lo que está encima de la mesa está financiado y listo”.
