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La hostelería cierra una Semana Santa “menos desastrosa” de lo esperado

El buen tiempo, que burló las malas previsiones, animó el consumo en terrazas, “aunque la situación es grave”, dicen los empresarios

Gente disfrutando de las terrazas el pasado domingo. | Miki López

La hostelería ovetense echa el cerrojo a una Semana Santa “algo menos desastrosa de lo esperado”, según indicaron ayer fuentes de la patronal Otea, aunque siempre dentro de la situación de grave crisis que vive el sector, plagado de restricciones horarias y de aforo.

Ni mucho menos para lanzar cohetes, pero no tan terrible, a tenor de las circunstancias sanitarias. La celebración de las jornadas gastronómicas “Bocados del Cofrade” recibió una buena respuesta, sobre todo en las horas centrales del día, dada la imposibilidad de servir cenas por la obligatoriedad de cerrar los locales a las ocho de la tarde. “A falta de datos totales podemos decir que las jornadas han dejado un sentimiento de cierto optimismo, dentro de la dura crisis”, señalan desde la patronal.

El sol que lució durante la mayoría de las jornadas festivas, burlando las previsiones que presagiaban lluvia, animó el consumo en terrazas, fundamentales en los negocios, debido a los límites de aforo en los interiores. “Seguimos muy condicionados por esas limitaciones que nos imponen. No hay alegría en la calle y mientras no recuperemos eso no hay nada que hacer”, asegura el hostelero Miguel Ángel de Dios, al que el fallo en las previsiones meteorológicas obligó a reorganizar toda la logística de personal. “Se notó la llegada de algún grupo de fuera de la ciudad y las mesas estuvieron animadas”, indica De Dios. “Dependemos de las terrazas y el tiempo te condiciona totalmente. En general se trabajó bien, aunque la imposibilidad de dar cenas es un mazazo para los restaurantes”, señala. La oferta de comida para llevar tampoco consigue suplir la caída de las ventas en los establecimientos. “Entran pedidos, pero en un volumen muy asumible”, asegura Miguel Ángel de Dios.

Espaldarazo al turismo

Las jornadas “Bocados del Cofrade” se han convertido en uno de los alicientes gastronómicos de la Semana Santa ovetense, que aspira al reconocimiento de fiesta de interés turístico regional. El concejal de Cultura del Ayuntamiento de Oviedo, José Luis Costillas, considera que las celebraciones se merecen el distintivo “como lo tiene la Semana Santa de Avilés o la de Villaviciosa, por la tradición que se ha venido construyendo estas últimas décadas desde que se recuperaron las procesiones y por el número de turistas que se han venido congregando en torno a esta celebración”, asegura.

“El turismo religioso es una fuente de riqueza para Oviedo, ciudad que alberga la Catedral de San Salvador, el monumento más visitado de Asturias. Todo lo que signifique atraer visitantes en torno a nuestras tradiciones, riqueza cultural y patrimonio contará siempre con nuestro apoyo incondicional”, añade Costillas. La Junta de Hermandades de la Semana Santa, en la que se encuentran las seis cofradías de la ciudad, ha impulsado una campaña de recogida de firmas para apoyar la declaración, que supondría un nuevo revulsivo para el desarrollo del turismo en la ciudad. La campaña se inició el pasado domingo ante la Catedral, con motivo de la celebración de la misa de Resurrección y tiene como objetivo que el año que vine la Semana Santa luzca un nuevo galón.

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