Los cinco partidos con representación en el Pleno municipal del Ayuntamiento de Oviedo (PP, Ciudadanos, PSOE, Somos y Vox) aprobaron ayer por unanimidad otorgar las distinciones de hijo predilecto del municipio a Carmen Ruiz-Tilve, Emilio Sagi y Jaime Álvarez-Buylla (a título póstumo) y como hija adoptiva (también a título póstumo) a Conchita Quirós. La petición no despertó crítica o reproche alguno, ni siquiera planteó un debate: simplemente se votó y se aprobó, una a una, cada distinción. Fue el único momento de absoluto consenso, también el más relevante, de una sesión con cuatro plenos extraordinarios (uno por cada distinción) y uno ordinario que se dilató hasta cerca de cinco horas y que se abroncó por momentos, pero que acabó con una buena e inesperada noticia: la transferencia de una subvención de 20.000 euros para la Sociedad Filarmónica de Oviedo, la emblemática entidad que fundó Álvarez-Buylla y que atraviesa una complicada situación económica.

Las diferencias irreconducibles entre gobierno y oposición emergieron en cada debate de la sesión, convertidos algunos de ellos en un cuerpo a cuerpo en el que no se ahorraban pullas ni descalificaciones. Incluso en una propuesta en apariencia refractaria a la polémica, como la revisión anual del Inventario Municipal de Bienes, que acabaría saliendo aprobada por unanimidad, se registró ya algún roce entre el popular Mario Arias y la socialista Ana Rivas a cuenta de la necesidad de disponer de más personal para completar el inventario, aunque ambos se mantuvieron dentro de los márgenes dictados por la cortesía institucional y coincidieron en que el departamento precisa de más gente.

Fue el preámbulo a la mayor controversia del Pleno, que se desarrolló en el debate para la aprobación de las bases reguladoras de subvenciones del servicio de Promoción Económica y Empleo. El concejal de Economía, el popular Javier Cuesta, y su predecesor en esa responsabilidad, Rubén Rosón, de Somos, se enzarzaron en un agrio intercambio de descalificaciones, después de que Rosón criticase con dureza la cuantía, a su parecer escasa, de la línea de subvenciones para autónomos y pymes, que se sitúa en el entorno de los dos millones y medio. “Su propio alcalde dijo que usted no volvería a ser su concejal de Economía. No nos dé más la matraca, que ya cansa”, señaló Cuesta, en alusión a la anterior responsabilidad de Rosón en el gobierno tripartito presidido por el socialista Wenceslao López, a lo que el de Somos replicó: “Eres un mentiroso, Javier, además de un cobarde por no asumir las responsabilidades que te tocan”. Entre medias, se perdió la esencia del debate, en el que también participó una Ana Rivas que coincidía con el de Somos en calificar de “cicatera” la cuantía global.

Gran parte de las casi cinco horas del Pleno se invirtieron en la presentación de hasta 16 mociones de urgencia presentadas por la oposición, y que serían todas ellas rechazadas por el equipo de gobierno que forman PP y Ciudadanos, con el respaldo eventual de Vox en algunas de las propuestas. En el debate de estas propuestas volvió en ocasiones la acritud entre gobierno y oposición, lo que obligó al alcalde, el popular Alfredo Canteli, a intervenir eventualmente para recordar a los ediles de uno y otro lado que debían de atenerse a los tiempos y respetar los turnos de intervención.

El regidor solo intervino ante una alusión directa de la socialista Lucía Falcón, que pidió aclaraciones por la situación de la biblioteca de San Lázaro, instalada en un inmueble que el próximo día 12 vuelve a manos de su propietario. Falcón interpretaba que había una “descoordinación” dentro del equipo de gobierno, ya que Canteli había avanzado que el problema estaba en vías de solución y que la biblioteca seguiría en su ubicación. “Yo no miento nunca. Las gestiones están hechas y, si no pasa nada, saldrá. Es un problema solo de papeleo”, advirtió Canteli. Lourdes García, de Ciudadanos, añadió por su parte que la propuesta de trasladar la biblioteca a un local de Otero es únicamente “un plan de emergencia alternativo”.

El resto de las mociones fueron de una gran diversidad. Rosón y Cuesta volvieron a chocar a cuenta de la selección del director general del Ayuntamiento y su coste. Cristina Coto, de Vox, reclamó que se presionase al Principado para tratar de agilizar la rehabilitación del consultorio de La Manjoya y la construcción del instituto de La Corredoria, además de reforzar las herramientas de transparencia de la web. En lo tocante a las obras, Luis Pacho y Lourdes García replicaron que el gobierno local está pendiente, mientras que Mario Arias se comprometió a consultar a los técnicos la posibilidad para introducir más datos en el apartado de transparencia.

El instituto de La Corredoria, así como el de La Florida, también fueron objeto de una moción de Somos, presentada por Ana Taboada, que antes mantuvo otro agrio debate con Mario Arias a cuenta de la controvertida recuperación del callejero franquista tras una sentencia judicial. Taboada acusó al gobierno local de incumplir las leyes de Memoria Histórica, mientras Arias le recordó que fue un gobierno del PP el que cambió la denominación de División Azul por Real Oviedo.

El portavoz socialista, Wenceslao López, reclamó rebajar la calificación de la plaza de toros para facilitar su rehabilitación, propuso un plan de actuación integral en los barrios que precisaría de una inversión de 15,5 millones de euros, y reclamó al gobierno claridad sobre el proyecto del bulevar de Santullano. El primer teniente de alcalde, Nacho Cuesta, de Ciudadanos, aseguró que la resolución del contrato con la adjudicataria de la obra de Santullano se producirá de forma “inminente”, y que la revisión de la catalogación de la plaza de toros no supondría un cambio significativo a la hora de encarar la reforma. Javier Cuesta, por su parte, rechazó el plan de barrios asegurando que el equipo de gobierno ya trabaja en iniciativas alternativas.

Las socialistas Natalia Sánchez y Marisa Ponga defendieron las propuestas del ámbito social, reclamando subvenciones para el deporte base, más ayudas a familias con escasez de recursos económicos y reforzar la alfabetización digital desde los Servicios Sociales. La concejala delegada de Políticas Sociales, Leticia González (PP), rechazó las tres propuestas defendiendo las líneas ya establecidas para el gobierno en todos esos ámbitos.

Tras el rechazo a la urgencia de las dieciséis mociones, lo que impidió establecer un debate a fondo de todas ellas, los ánimos se reencauzaron y el Pleno concluyó con relativa calma y la inesperada noticia de que se ha transferido la ayuda a la Sociedad Filarmónica, confirmada en directo por Javier Cuesta tras consultar con los técnicos municipales a raíz de una pregunta de Cristina Coto. Fue un postrero y celebrado homenaje a la memoria de Jaime Álvarez-Buylla.

Jaime Álvarez-Buylla, la quintaesencia del Oviedo distinguido y señorial

Jaime Álvarez-Buylla. | LNE

Cuando Jaime Álvarez-Buylla Menéndez falleció el pasado mes de julio, no fueron pocos los que coincidieron en que, más allá de su innegable e impagable aportación a la tradición lírica de la ciudad, el que fuera fundador de la Sociedad Filarmónica de Oviedo representaba los valores, intangibles y eternos, asociados al genuino ovetense. Cortés, cabal, educado y elegante, Álvarez-Buylla destacó además por una dilatada trayectoria como médico en la que lideró la implantación en la ciudad de iniciativas sanitarias pioneras.

En su haber figuran la puesta en marcha del servicio de Fisioterapia y Rehabilitación en el ambulatorio dependiente de la antigua Caja Nacional, la dirección de la Residencia Covadonga, centro de rehabilitación pionero en España, o la iniciativa de traer a Oviedo la primera unidad móvil de donantes de sangre de Asturias.

Carmen Ruiz-Tilve, la memoria viva de la ciudad y su gran divulgadora

Carmen Ruiz-Tilve.

La trayectoria de Carmen Ruiz-Tilve se resume en la lucha continua e incansable por profundizar en el estudio de su ciudad y transmitir ese conocimiento. Doctorada en Filología Románica por la Universidad de Oviedo con la tesis “La obra narrativa de Dolores Medio”, Ruiz-Tilve ejerció como profesora en el colegio Nazaret antes de incorporarse, ya en 1978, a la nómina de la Universidad de Oviedo, donde llegaría a ser catedrática de Didáctica de la Lengua y la Literatura.

En 1994 publicó su primera novela, “Crisantemos para todos”, y al año siguiente comenzó a escribir sus célebres “Pliegos de cordel” en LA NUEVA ESPAÑA, unos artículos en los que retrataba la vida de la ciudad. Elegida cronista oficial de Oviedo en 2002, Ruiz-Tilve se ha centrado en estas dos últimas décadas en esa tarea de defensora y divulgadora de la historia local, erigida ella misma en memoria viva de una ciudad agradecida, que ya le dedicó una calle y dio su nombre a un colegio en La Corredoria.

Emilio Sagi, el gran renovador del teatro lírico español

Emilio Sagi. | Miki López

Solo en una ciudad con una conexión tan potente con la música como Oviedo podía florecer un talento como el de Emilio Sagi. Nieto del barítono Emilio Sagi Barba y sobrino de Luis Sagi-Vela, Emilio Sagi mostró ya en sus tiempos de estudiante en la Universidad de Oviedo, donde cursaba Filología Inglesa, su talento para las artes escénicas. En la Universidad colaboró en el Laboratorio de Danza, y tras completar su formación como musicólogo en Londres comenzó su carrera como director de escena, en el teatro Campoamor. Tras incorporarse en 1985 al Teatro de la Zarzuela, lograría un hito mayúsculo con el estreno, en 1989, de “La del manojo de rosas”, un montaje histórico que está considerado la punta de lanza de la renovación del teatro lírico español. Tras más de cuatro décadas de trayectoria, es un auténtico referente de la dirección de escena. Hace unos meses fue distinguido con la Medalla de Oro al Mérito en las Bellas Artes.

Concha Quirós, la ovetense de corazón que dedicó su vida a los libros

Conchita Quirós. | LNE

Concha Quirós había nacido en Pillarno, en el concejo de Castrillón, pero su corazón siempre estuvo en Oviedo. El alma de la librería Cervantes, Quirós fue una librera avanzada a su tiempo que supo anticiparse a las sucesivas crisis del sector y que hizo de la atención a los autores y los sellos independientes una seña de identidad de su casa. Convertida en una referencia para libreros y editores de todo el país, Concha Quirós nunca dejó de implicarse con el sector cultural de Oviedo, que tenía en Cervantes un auténtico faro. Distinguida Cervantes, en 1996, como Mejor Librería del Año, en 2007 fue la propia Quirós la que recibió la Medalla de Plata del Principado. Su inesperado fallecimiento el pasado febrero empañó la esperada celebración del centenario de la librería. Su familia convirtió la efeméride en un gran homenaje a Conchita Quirós, al que se suma el Ayuntamiento con el nombramiento de hija adoptiva a título póstumo.