El servicio de Oncología del HUCA trató a la mujer de Luis Sanz Hipólito hasta su fallecimiento. Un trance doloroso que se convirtió en agradecimiento hacia el hospital, la sanidad pública asturiana y los profesionales que se dejan día tras día la piel en las consultas y la planta de una de las áreas más duras del centro. Aquel sufrimiento retorna hoy en dos donaciones a la investigación contra la enfermedad. Sanz Hipólito cumple así la promesa que le hizo a su esposa fallecida, realizando una donación con la intención de compensar “el trato, el cariño y el esfuerzo” de los oncólogos del hospital. A nombre del empresario llanisco se entregaron 5.000 euros, a los que se sumaron otros 3.000 de la mano de Victoria Blanco Fueyo, que quiso seguir con el ejemplo de su pareja y aportar, también, su granito de arena a la investigación biosanitaria en el Instituto de Investigación Sanitaria del Principado de Asturias (ISPA), un dinero que recibieron ayer Faustino Blanco, director de la Fundación que acoge el Instituto y Emilio Esteban, jefe del área de Oncología Médica del HUCA.

Esta donación, explican desde el ISPA, tenía vocación de ser anónima, pero en la Fundación tenían otra idea. Los responsables de la FINBA querían valorar el apoyo de ciudadanos comunes a su desempeño en el ámbito sanitario. “La sanidad pública se sostiene con los impuestos de todos los ciudadanos, pero cualquier donación resulta positiva”, explicaba el presidente de la FINBA, Faustino Blanco durante la recepción.

Los 8.000 euros donados por la pareja se dedicarán íntegramente a la investigación oncológica en el Instituto. Desde la Fundación aseguran que, aunque no es la primera vez que ocurre, no es habitual recibir donaciones privadas de particulares. En el acto de entrega de la donación también estuvieron presentes Carlos Suárez y Mario Fernández Fraga, director y subdirector científico del ISPA.