La iglesia de los Padres Carmelitas, en la calle Santa Susana, acoge mañana (13.00 horas) el funeral por el librero Manuel Lombardero, fallecido el pasado noviembre en Barcelona a los 96 años. Las cenizas de este tevergano de nacimiento, pero ovetense de ejercicio fueron depositadas ayer en el cementerio parroquial de San Claudio. Ahora, cuando los rigores de la pandemia han dado una ligera tregua, sus amigos y familiares podrán reunirse para la despedida en la céntrica parroquia ovetense.

El amor por los libros y por su oficio de librero, como figuraba en su esquela, es una seña de identidad de la personalidad de Lombardero. De su mano, miles de hogares en España se llenaron de enciclopedias. Una engordaban estanterías ya repletas y otras entraban por primera vez en los hogares, gracias a este asturiano que en 1956 se puso al frente del Crédito Internacional del Libro, la división de venta a domicilio de la editorial Planeta. Durante décadas, Lombardero fue hombre de confianza del ya legendario editor de Planeta, José Manuel Lara. También situó al asturiano como secretario del premio “Planeta”, estandarte de la editorial. La exitosa carrera de Lombardero arrancó en Oviedo, en la librería Cervantes, donde tuvo su primer trabajo. Allí entabló amistado con Paco Ignacio y Amaro Taibo, con el poeta Ángel González o con Benigno Canal, con quienes mantuvo relación a lo largo de los años. Estos y muchos otros recuerdos se agolparán mañana en la despedida de Lombardero en los Carmelitas.