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Los coches más contaminantes no podrán circular entre el Campo y el casco antiguo

El Ayuntamiento estudia soluciones para cumplir la nueva ley de Cambio Climático, que le obliga a crear una zona de bajas emisiones

Vista del casco antiguo en el entorno de la Casona de Regla. | MIKI LÓPEZ

Queda menos de año y medio para que solo los vehículos “aptos” puedan circular por el centro de la ciudad. En 2023, debido a la ley de Cambio Climático y Transición Energética, Oviedo deberá declararle la guerra a los coches más contaminantes, igual que el resto de municipios de más de 50.000 habitantes. La concejalía de Seguridad Ciudadana ya maneja alternativas para su zona de bajas emisiones”, una solución similar al polémico “Madrid Central” que inauguró Manuela Carmena durante su etapa en el ayuntamiento de la capital. El perímetro que maneja el Consistorio va, en su versión más ambiciosa, desde la calle Santa Susana a la parte alta de la Fábrica de Armas, cerrándose por Víctor Chávarri y el Campillín. Por las vías que forman la frontera, los coches más contaminantes podrán circular, pero no podrán entrar en la zona interior. En principio, el centro estará vedado a los coches de gasolina matriculados antes del año 2000 y de diésel anteriores a 2006, a no ser que sean residentes.

Gráfico

Para consultar si un vehículo cumple o no cumple con los requisitos impuestos por la nueva ley, se debe entrar en la web de la DGT, introducir la matrícula en el buscador y pulsar el botón “Consultar”. Ahí aparecerá la etiqueta que le corresponde o una explicación de porqué no tiene derecho a la misma. En ese caso, el vehículo deberá permanecer fuera de la zona de bajas emisiones. Quienes la tengan deberán solicitarla para colocarla en su vehículo para circular por el “Oviedo Central”.

Para implantar la medida, el Ayuntamiento solicitará una partida de los nuevos fondos europeos. El Gobierno, tras imponer las zonas de bajas emisiones, tiene previsto destinar a su implantación cerca de 3.000 millones de euros de los fondos Next Generation que corresponden a España. Con el dinero de la UE, Oviedo financiará la contratación de una asistencia técnica que se encargue de afinar las primeras aproximaciones de los técnicos municipales, la instalación de nuevas señales de tráfico y cámaras de seguridad que custodien el perímetro. Así como de recabar información de los vecinos para adelantarse a los posibles problemas que puedan derivar de la nueva medida.

Pese a establecer un gran perímetro inicial, el Ayuntamiento estudia alternativas con “cortes” de la zona de bajas emisiones en puntos como Marqués de Santa Cruz, Jovellanos, Azcárraga, Mendizábal, Ramón y Cajal, Rosal, Fruela, Martínez Marina o Cabo Noval para restringir el tráfico lo mínimo posible. La ciudad plantea hacer coincidir la zona de bajas emisiones con el casco histórico ya que afecta en menor medida a la circulación, al estar mayormente peatonalizado.

Las propuestas, según los documentos municipales a los que ha tenido acceso LA NUEVA ESPAÑA, justifican el trazado propuesto porque tiene “en proximidad” aparcamientos, paradas de autobuses y la Estación de Renfe. Elementos que, según la propuesta que se le hará a Europa para conseguir financiación, funcionarían como zonas de intercambio modal, para facilitar el cambio del vehículo privado a medios no motorizados o transporte público. La idea es que los conductores cuyos vehículos no cumplan las nuevas restricciones cuenten con aparcamientos cercanos en los que puedan estacionar.

Fuentes oficiales de la concejalía de Seguridad Ciudadana confirmaron la necesidad de “acompasar las normativas de circulación locales a las que se aplican en el resto de España y Europa” y, entre estas, se encuentra el perímetro no contaminante. La zona de bajas emisiones, además de poder contar con la nueva financiación europea, se articulará a través de una asistencia técnica que ya está prevista en los documentos de la concejalía. Entre lo que se le pedirá a la empresa que asesore al Consistorio para instalar un “Oviedo Central” habrá un estudio de los mecanismos de control, sanción y seguimiento de los incumplidores.

Los planes municipales pretenden resolver tres problemas al mismo tiempo: se quiere cumplir con el nuevo precepto legal al tiempo que reduce las emisiones de CO2 en la ciudad y, también, la contaminación acústica. Según se plantea en los documentos municipales, la zona de bajas emisiones mejorará el nivel de ruidos de zonas como un tramo de la calle Uría o la calle Adelantado de la Florida, que son dos de las que más acusan los excesos de ruido.

Una consultora asesorará a la ciudad con los fondos de la UE

El maná europeo volverá a llegar, esta vez bajo la etiqueta Next Gen y Oviedo no quiere quedarse atrás en el reparto. La fórmula para captar el dinero llegado de Bruselas pasa por presentar proyectos que deberán ser avalados por Europa. El Ayuntamiento convocó un concurso público para que una empresa le ofreciese asesoramiento a la hora de captar fondos de interés que se adjudicó esta semana a la consultora con sede en Madrid Auren, a quienes se les pagará poco más de 80.000 euros por “planificar y preparar” los proyectos que la ciudad quiere financiar con fondos europeos durante los próximos dos años.

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