“Fangoria” y “Nancys Rubias” ofrecerán un doble concierto el próximo día 18 (21.00 horas) en el Auditorio, enmarcado en el programa de San Mateo. Mario Vaquerizo, el cantante de “Nancys Rubias”, atiende a LA NUEVA ESPAÑA por teléfono. Al inicio de la charla, Vaquerizo reflexiona sobre los cambios producidos por la pandemia: “Seguimos adelante, ahora con esta ‘nueva normalidad’ y mirando hacia un futuro que no sé si me gusta, con cambios de comportamiento, de cómo se afrontan las relaciones humanas y laborales. No me gusta, pero me adaptaré”.
–Hace varios años que no toca en Oviedo, ¿se acuerda de la última vez?
–Pues fue precisamente con “Fangoria”, en 2016. Somos una caravana de mujeres y vamos juntas siempre que nos llaman. Cogemos la “Nancyfurgo” y nos sigue la furgo de “Fangoria”, con mi mujer y mi amigo Nacho Canut, de los que además soy representante. Es una reunión de amigas en un sitio maravilloso, como es Oviedo.
–2016, eso fue justo antes del lanzamiento de su último disco, “Marcianos Ye-Yés”.
–Sí, llevamos mucho sin sacar disco. Este es un proyecto musical muy marciano: jamás presentimos vivir de la música, así que no hemos dejado nuestros trabajos, lo hemos visto como un extra, una diversión para los fines de semana. Lo que no quiere decir que no s hayamos profesionalizado. Desde que empezamos, en 2004, solo hemos parado dos años: en 2009, cuando murió Susie Pop, la Nancy Rubia original, y el año pasado por la pandemia.
–¿Y para cuándo un nuevo disco?
–Pues ya tenemos las canciones grabadas, la portada y todo, pero todavía no hemos podido sacarlo. Se titula “Orquesta Nancy”. No sabemos cuando saldrá porque se trata de un disco lleno de versiones y estamos esperando aún por algunos permisos. He llegado a la conclusión de que, si no tienes canciones buenas originales, es mejor hacer versiones de temas potentes que lleves a tu terreno. Así haces que el público se lo pase bien, porque estamos aquí para eso.
–¿Qué tipo de versiones?
–Pues cosas que nos gustan, desde “Kasabian” hasta Paulina Rubio, pasando por rumba. Son 25 versiones de hits de toda la vida, éxitos del hoy, el ayer y el mañana. Lo hicimos antes de saber si tendríamos los permisos: si nos los dan, saldrán en el disco, y si no las podemos cantar en conciertos como el de Oviedo, porque es más fácil poder usarlas para un concierto que grabarlas.
–Un concierto de “Nancys Rubias” sin poder bailar... es duro eso, ¿no?
–No sufro por mí, porque hago lo que me sale del coño en el escenario. Sí por el público, porque yo mismo sufro en los conciertos, que tengo que estar sentado sin poder tomarme una cerveza. Es un rollo, pero también tenemos que ser responsables. Yo, que soy creyente, rezo porque todo esto se pase cuanto antes, y ojalá el año que viene podamos bailar en los conciertos y disfrutar de todo nuestro antiguo mundo reciente, que para mí es lo mejor.
