El nuevo agravio presupuestario a la Ópera de Oviedo ha sentado muy mal dentro del sector lírico asturiano y entre los amantes del género. La congelación de la ayuda a la temporada asturiana, que sigue anclada en los 408.750 euros pese a ser la única ópera española que completó todos sus títulos durante la pandemia y pese a que este año celebra su 75.º aniversario, contrasta con otras decisiones como la consolidación de la subida política a la Ópera de Bilbao (que volverá a recibir 817.500 euros, justo el doble que Oviedo) o al incremento del teatro de La Maestranza (que alcanza los 2,5 millones tras una subida de 250.000 euros). Un desaire ante el que el mundo de la ópera se muestra indignado.
“No lo entiendo, me parece muy injusto”, señala el director de escena Emilio Sagi. A su juicio, gran parte del agravio a Oviedo se explica por cuestiones políticas. “Creo que el Principado debería de apoyar para intentar que le den más dinero a la Ópera, y también dar más apoyo por sí mismo, porque esta es la Ópera de Asturias, del Principado, no de una ciudad. Y de la misma manera que el Gobierno vasco se toma a la Ópera de Bilbao como una ópera casi nacional, el Principado se podía estirar un poco más, subir su aportación y ayudar también a que el Estado suba un poco la subvención”, reflexiona Sagi. Un planteamiento que ataca directamente a otra vertiente del agravio que, desde hace años, sufre la temporada asturiana: la Ópera de Oviedo es la que menos aportación económica recibe de sus administraciones regionales entre todas las temporadas, grandes y pequeñas, del país.
Amelia Valcárcel, que fue una figura clave para la concreción de la ayuda estatal a la Ópera de Oviedo, también insta al Principado a abrir una negociación con Madrid para lograr una rectificación de la ayuda. “La primera subvención para la Ópera de Oviedo la conseguí yo, cuando era ministra Carmen Alborch (entre 1993 y 1996)”, rememora Valcárcel, que en esos años era Consejera de Educación, Cultura, Deportes y Juventud del Gobierno del Principado de Asturias. Bajo esta misma lógica, Valcárcel reclama a los actuales rectores del Principado que pongan toda la carne en el asador para lograr una ayuda a la altura de la calidad de la temporada ovetense. “A mi modo de ver”, señala Valcárcel, “una ciudad como Oviedo y una región como Asturias, con el tamaño que tiene, debe ser apoyada, porque no tiene otros recursos que los propios, que son los que son, y el apoyo estatal. Espero que se pueda negociar un alza en la ayuda. Y tiene que ser nuestro gobierno, el de Asturias, el que lo negocie”.
A juicio del director de orquesta Aarón Zapico, la congelación de la ayuda a la temporada ovetense supone además un agravio mayor al tratarse de una ópera especialmente sensible a la promoción del talento español. “Hablamos de una temporada que lleva varios años con una política muy clara de apoyo a cantantes, directores y, obviamente, también orquestas españolas, ya que las dos titulares son las orquestas asturianas. Por ello, no entiendo muy bien ese feo por parte del Ministerio. Posiblemente puedan poner como excusa cuestiones de impacto o internacionalización, pero habría que ver qué temporada cumple como la ovetense con la difusión de la ópera y el cuidado a los artistas españoles”, sostiene Zapico.
En el ámbito político, las reacciones a la congelación se suceden en la misma línea que marcó en la víspera el popular Mario Arias, que habló de “decepcionantes” las cuentas estatales para Oviedo. Cristina Coto, portavoz de Vox en el Ayuntamiento de Oviedo, lamentó la “congelación de la aportación estatal” frente a temporadas como Bilbao o Valencia. Por su parte, Nacho Cuesta, de Ciudadanos, critica “el enésimo castigo de Pedro Sánchez a uno de los principales activos culturales de Oviedo: nuestra temporada de Ópera, que, a pesar del esfuerzo hercúleo del año pasando en el que no canceló ni un solo título, recibe un trato discriminatorio frente a la temporada de Ópera de Bilbao, por el pago de favores que, una vez más, Pedro Sánchez tiene que saldar con los nacionalistas”.
