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Una copia exacta del paseo de los Álamos servirá de modelo para reconstruirlo

Infraestructuras contrata a una empresa para fotografiar desde el aire el mosaico y disponer así de imágenes fiables para su rehabilitación

El mosaico del paseo de los Álamos. | Miki López

El paseo de los Álamos languidece. Las teselas de colores del mosaico de Antonio Suárez se sueltan y van desapareciendo –por extravíos y robos– y, en otros puntos, se agrietan y hunden convirtiéndose en un peligro para los viandantes. Para su rehabilitación integral, siempre pospuesta desde los últimos seis años, el Ayuntamiento se enfrenta a dos “problemas”. El primero, Cultura, que según explican desde el área de Infraestrucuras, “siempre que se han hecho reparaciones puntuales, desde Patrimonio dicen que no son fidedignas”. El segundo, la ampliación del aparcamiento de La Escandalera, adelantada por LA NUEVA ESPAÑA, y que se quiere llevar a cabo en 2023. El área municipal ha contratado a una empresa para documentar el mosaico con una serie de fotografías aéreas.

Esta nueva documentación servirá para sustentar las primeras actuaciones que, como aseguró el Alcalde, Alfredo Canteli, en la entrevista publicada en estas páginas, comenzará por la zona más cercana a la calle Toreno. La que no está afectada por el aparcamiento actual, ni por las previsiones de su ampliación. El teniente de Alcalde, Nacho Cuesta, asegura que el contrato para fotografiar con cámaras elevadas con pértigas el Paseo servirá para poder hacer, después, las piezas del mosaico que se vayan necesitando “a medida”.

Las obras del parking de La Escandalera, a cuya concesión le restan menos de dos años, obligarán a levantar el mosaico. La idea es reconstruirlo al milímetro. Algo que, desde el Ayuntamiento, estiman que no será un problema “con los medios actuales”. El aparcamiento no cumple las medidas de seguridad exigidas por la normativa vigente, ni en materia de accesibilidad ni de protección contra incendios y, si se quiere que siga en funcionamiento, deberá recibir una ambiciosa reforma. Esta, estiman desde el Consistorio, obligará a desmontar el mosaico. Ni en Cultura ni en el Ayuntamiento están dispuestos a perder la obra de arte de Antonio Suárez y, esto, obligará a llevar a cabo una restauración integral del mismo.

Hasta ahora, tanto el tripartito como la coalición de PP y Ciudadanos, han hecho poco por restaurar el Paseo. Las dos corporaciones optaron por la accesibilidad y por evitar mayores daños, que por rehabilitar una obra de arte catalogada por el Docomomo Ibérico. En los dos mandatos se optó por rellenar los huecos de las teselas que se iban perdiendo con “parches” de cemento. Cuando el PP y Ciudadanos estaban en la oposición criticaron duramente estas actuaciones. Al llegar al gobierno local, en cambio, es Somos quien acusa de “chapuceros” a quienes dirigen ahora el Ayuntamiento. La agrupación local de Vox puede que sea la que más combativa se ha mostrado con el mal estado de la obra del pintor gijonés.

Sin embargo, pese a las cautelas del gobierno de cara a la futura rehabilitación y las exigencias de su autor, fallecido en 2013, siempre dijo que el mosaico, como tal, no tenía por qué mantener sus dibujos exactos y que estaba abierto a una libre interpretación. De todas formas, los colores y los dibujos trazados por el artista gijonés se han convertido, como él los planteó, en un símbolo de la ciudad.

En 2023, el año en el que previsiblemente se firme la operación que obligará a levantar y restaurar –de una vez por todas y por primera vez desde 2006– el centenario del nacimiento del pintor y una década desde su fallecimiento.

Peatonalización “blanda”

De la operación del parking, todavía no hay nada claro. El Ayuntamiento sabe que se acaba la concesión y quiere que siga en funcionamiento, lo que obliga a llevar a cabo una obra. Sus condiciones será algo que quede para definiciones futuras, pero en principio, lo que se habla en los despachos de Urbanismo e Infraestructuras es que el nuevo concesionario del céntrico párking subterráneo corra con los gastos de la obra e, incluso, con la reurbanización de la zona de Los Álamos. La voluntad municipal es que ese contratista pague la obra que todas las corporaciones han querido llevar a cabo sin éxito: unir el Campo a la plaza de La Escandalera a través de una peatonalización “blanda” con la que ganar un gran espacio público para la ciudad.

La actuación integral de rehabilitación en el mosaico se ha prometido a menudo durante los últimos seis años, pero la obra siempre se ha ido postergando. En las últimas ocasiones fue “para no frenar la rehabilitación del Campo”, debido a las “trabas” burocráticas impuestas desde la consejería de Cultura. Ahora, el argumento son las obras en el parking. “No tiene sentido rehabilitarlo para desmontarlo, la actuación tiene que esperar”, explican fuentes municipales. Hasta entonces, se planea reponer y reconstruir las partes más afectadas en la zona más próxima a Toreno. En el resto del Paseo quedan casi dos años de “pasta suave” como la definió el Alcalde.

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