La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

“Nunca lo hice”, dice la acusada de sacar a su hija por la ventana de un tercer piso en Oviedo

El maltrato habría tenido lugar en San Claudio en el verano de 2017, según relató el único testigo de la Fiscalía, una vecina de la urbanización

La acusada de haber sacado a su hija por la ventana de su piso, durante el juicio. | LNE

Un día del verano de 2017 M. V. habría cogido a su hija por las axilas –en aquel momento la niña tenía 5 años– y la habría sacado por la ventana de su salón, suspendiéndola en el aire durante unos segundos. Ese es el relato de una vecina que ayer llegó a la sala de lo Penal número 4 de los juzgados de Oviedo. La Fiscalía pide para la madre una orden de alejamiento de su hija de 6 meses y un día y una pena de dos meses de trabajos para la comunidad. La defensa y la acusada niega tajantemente los hechos y la Justicia deberá decidir entre los dos testimonios aportados por las partes.

En la piscina, según el relato de la testigo, había entonces “mucha gente” que se limitó a comentar los hechos sin darle mayor importancia porque la familia, que vive en el tercer piso de una urbanización de San Claudio, tiene discusiones habituales. De hecho, parte de los vecinos tiene una “mala relación” manifiesta con la familia de la acusada, según reconocieron tanto la testigo como la propia M. V. En la urbanización son relativamente frecuentes las llamadas a la policía para protestar del comportamiento de unos y otros.

Fue en una de esas intervenciones policiales cuando una de las vecinas le contó a los agentes que un par de veranos atrás la acusada había sacado a su hija por la ventana en el contexto de una discusión familiar. En aquel momento se trasladó a la Policía que M. V. había amenazado con soltar a su hija desde su casa, situada en un tercer piso, para hacer que su pareja, subiese a la vivienda. Aquella vecina que dio la primera alarma a los agentes, que propició que ahora actuase el ministerio público y se enjuiciasen los hechos, refirió haber oído la historia de boca de la testigo que ayer declaró ante la sala. Esa primera versión, en cambio, y según quedó ayer acreditado durante le juicio, sitúa a la pareja de la acusada en casa. Un detalle que utilizó la abogada de la defensa, Beatriz Fernández-Pello para tratar de desarticular el testimonio de la testigo.

“Los hechos nunca se produjeron”, reiteró ante este periódico la letrada tras el fin de la vista. El juicio, ahora, está visto para sentencia. Durante la lectura de los cargos que le pide la Fiscalía la acusada rompió a llorar, presa de “un ataque de nervios”. Con la voz rota hizo uso de su derecho de última palabra. M. V. se acercó al micrófono y pidió que no le apartasen de su hija. “Yo nunca le hice nada, nunca hice eso”, acertó a decir la acusada.

La defensa también puso sobre la mesa un documento de la asistente social que trabaja con la familia para dejar constancia de que su clienta es una “buena madre”. La jueza, ahora, deberá dilucidar cuáles son los hechos probados y decidir si le impone la pena de alejamiento de su hija, con la que sigue conviviendo a día de hoy, y los 60 días de trabajos para la comunidad.

Compartir el artículo

stats