Hay más de 3.000 kilómetros de distancia y unos cuantos grados de temperatura de diferencia en estas fechas entre Noruega y Asturias. Pero el país nórdico y la región del norte de España han estado estos días unidas por algo que tienen en común: la sidra. De la bebida asturiana sobran las presentaciones, de la noruega quizás no tanto. Ambas han estado presentes en el International Cheese Festival de Oviedo, que este sábado llega a su fin, donde han maridado con distintos quesos.
La Denominación de Origen Protegida (DOP) Sidra de Asturias ha tenido una intensa actividad con varias catas diarias de los distintos tipos de bebida con quesos asturianos y también de fuera del Principado e incluso de España. Sin ir más lejos, este viernes hubo un curioso maridaje entre la espumosa “Ramos del Valle” con el catalán Beee Muuu y el italiano WCA. “El Gaitero” con queso de bufala o, la filtrada “Supero Oro” con el famoso parmiggiano reggiano y canarios –este mismo sábado a partir de las 12 horas en el Cider Lab– han llenado un intenso programa que ha reunido a expertos en el sector, tanto del mundo de la sidra como de la alimentación. El resultado, un éxito, a juzgar por los participantes, que abarrotaron el recinto Cider Lab para participar en las catas.
No fue menor la actividad de la representación noruega, que descubrió a los presentes la riqueza de sus quesos y sus sorprendentes sidras espumosas y de nueva generación, cada vez más demandadas a nivel internacional y que hicieron las delicias del público que ayer acudió a su segunda cata. La presentación de la misma corrió a cargo de Hans Christian Riege, HCR Consulting de Hanen en España, junto con el productor de sidra Gjermund Akre, que explicó a los presentes las características de sus tres sidras catadas: Edel Sider Tradicional, Hardanger Dronningsider, considerada la reina de las sidras en Noruega, y Hardanger cider Kvasshovden.
Los quesos, todos de leche de vaca que maridaron con la sidra, fue el azul Kraftkar, el mejor del mundo en este concurso en 2016; el queso Fanaost, que también logró convertirse en el mejor queso del mundo en 2018 en este mismo concurso internacional, y los quesos Bufar Valdres, de doce meses, de un color más amarillo, y el Syndin Valdres Ost, condimentado con ortiga al 60 por ciento.
