El Principado de Asturias pasará a asumir directamente la gestión de la explotación de las depuradoras ovetenses de San Claudio y Villapérez tras recibir el visto bueno del consejo de administración de la sociedad mercantil estatal de Aguas de las Cuencas de España (Acues), una vez que este organismo completó ampliación y modernización de ambos equipamientos claves para el saneamiento de la capital asturiana.

Ambas partes firmarán dos adendas a los convenios suscritos para la ejecución y explotación de las depuradoras, de manera que, a partir del 1 de junio de 2022, será el Principado de Asturias el encargado de llevar a cabo las tareas de operación y mantenimiento de las instalaciones, según informaron fuentes del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico.

Conocido el coste final de las obras y la subvención europea asociada, en las adendas se ha incluido una actualización de la inversión final y de las aportaciones de las distintas partes. La inversión en la instalación de San Claudio fue de 14 millones de euros con el 65% financiado por la Unión Europea a través del Fondo de Cohesión del periodo 2007-2013. En el caso de Villapérez, el coste final de las obras fue de 26,3 millones, con el 68% financiación comunitaria.

Las obras de ampliación y mejora de las depuradoras de San Claudio y Villapérez, ejecutadas por Acuaes, tuvieron por objeto completar y modernizar la depuración de aguas residuales de Oviedo y mejorar la calidad de las aguas que se vierten al río.

Gracias a la ampliación, la instalación de Villapérez permite tratar las aguas residuales de 723.000 habitantes –equivalentes, el triple de la población servida anteriormente–. En San Claudio, se triplicó la capacidad de la anterior instalación prestando servicio a un máximo de 129.750 habitantes si fuera necesario.