La muralla ya luce como nueva, pero la idea es ir más allá. Los arquitectos encargados de la recuperación del monumento medieval proyectan reabrir el paseo de ronda en el tramo del cercado que se conserva en la calle Paraíso. Los técnicos proponen que el adarve de la muralla, de unos dos metros de ancho y transitable casi en la totalidad de su recorrido, se abra al turismo en ocasiones puntuales. Su proyecto es abrir puertas en los muros de los tres propietarios (el Arzobispado, la Cocina Económica y la Universidad de Oviedo) y que estas se puedan atravesar con visitas guiadas. El equipo redactor asegura que el área de Infraestructuras tiene en sus manos un documento con su propuesta para eliminar el recrecido de ladrillo que ha sobrevivido a las obras a la altura de la casa sacerdotal. Cuando este elemento se retire, lo que es una exigencia del área de Patrimonio del Principado, será posible recuperar las vistas de la muralla que, por ejemplo, dan a la Fábrica de Gas.