Nada de malos humos ni sprays festivos, pero sí muchas mascarillas. Oviedo quiere que la clásica cabalgata de Reyes del próximo 5 de enero sea un éxito tanto festivo como sanitario y para ello está preparando una serie de medidas orientadas a garantizar un desfile cien por cien seguro. La concejalía de Festejos considera indispensable que todo el mundo lleve tapabocas, deje de lado el tabaco y se eviten grandes aglomeraciones en puntos como la calle Uría durante el evento que tendrá lugar a partir de las 18.30 horas. Para ello, el Consistorio movilizará un gran operativo de policías locales, nacionales, voluntarios de protección civil y empresa privada, conjurados con el mismo objetivo: evitar los contagios.
Festejos es consciente de sus limitaciones en materia sanitaria. No obstante, los organizadores serán muy insistentes en el cumplimiento de una serie de medidas por las que velarán los agentes y voluntarios desplegados para la ocasión. La concejalía ruega a las personas que se sitúen en los márgenes de las calles por las que discurre la cabalgata que eviten fumar. “Debemos pensar que se podrían contagiar los niños”, indican fuentes municipales en su llamamiento al civismo en el que incluyen la petición de seguir al pie de la letra la obligatoriedad de la mascarilla.
A este respecto, la concejalía dirigida por la popular Covadonga Díaz estará preparada para repartir cientos de tapabocas en caso de incidencias como roturas o pérdidas de los equipos de protección. “No podemos escatimar medios en seguridad”, señala la edil, quien también ultima un protocolo especial de actuación para garantizar la seguridad sanitaria de los más de un millar de protagonistas del desfile que arranca y termina en la calle Independencia.
Este mismo martes tuvo lugar una reunión en la que también participó el alcalde, Alfredo Canteli, para ir concretando el operativo especial que se desplegará desde las cuatro y media de la tarde hasta casi las ocho y media por el centro de la ciudad con la finalidad de cortar el tráfico y controlar el comportamiento cívico de los miles de personas que se esperan en las calles. El año pasado la cabalgata fue suspendida y por ello las previsiones apuntan a una participación masiva a pesar de la negativa evolución de la pandemia durante las últimas semanas.
Si bien desde el ayuntamiento insisten en que el operativo de vigilancia no tendrá un afán recaudatorio mediante multas, sí recalcan que los efectivos desplegados estarán “muy vigilantes” con el cumplimiento de las normas, entre las que se destaca la prohibición del uso de sprays festivos que muchos niños suelen utilizar coincidiendo con esta tradicional cita que, en el caso de Oviedo, conservará el mismo recorrido de los últimos años.
El desfile arrancará desde Independencia, a escasos metros de la Escuela de Minas, y se dirigirá hacía Uría para luego virar hacia el Antiguo por la calle San Francisco. En el casco histórico discurrirá por la calle Águila hacia Jovellanos para luego dirigirse hacia la calle Covadonga y volver de nuevo hacia Independencia a través de Melquiades Álvarez.
El Ayuntamiento contará como es habitual con las instalaciones de la Escuela de Minas como cuartel general para los preparativos de los protagonistas del desfile. Melchor, Gaspar y Baltasar contarán con el abogado Bernardo Gutiérrez de la Roza, el popular hostelero Miguelo y el sociólogo de origen nigeriano Prince Kennedy como ayudantes principales, respectivamente.
A ellos se sumará un enorme cortejo en el que no faltarán los clásicos pajes, emisarios reales y otras muchas sorpresas que desde el Ayuntamiento no quieren desvelar hasta los días previos del acto central de la programación navideña, cuya salvación, a pesar de la situación sanitaria, es una prioridad para el alcalde, Alfredo Canteli. “Los niños son sagrados”, indicó el regidor ovetense el pasado 10 de diciembre al ser preguntado por la posibilidad de que el covid chafase por segundo año consecutivo la cabalgata.
Recepciones
De momento, los pequeños carbayones tienen la posibilidad de visitar al emisario real, el Príncipe Aliatar, para entregarle sus cartas, todos los días hasta el 3 de enero en el paseo Jaime Álvarez-Buylla del Campo. Por su parte, los Reyes Magos se dejarán ver antes del día de la cabalgata. Sus majestades protagonizarán una recepción en el Calatrava el día 4 entre las 16.30 y las 20.00 horas, así como el mismo día de la cabalgata por la mañana, entre las once de la mañana y las dos y media de la tarde.
