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El parking del Calatrava sale a subasta desde los mil euros para incentivar la puja

El administrador del garaje tantea a Stoneweg, que ya le ha hecho su propuesta al Consistorio para convertir el centro comercial en un recinto expositivo

La entrada del centro comercial del Calatrava, antes de su cierre. MIKI LÓPEZ

Los dos concursos de acreedores en los que está inmerso el complejo del Calatrava siguen su curso en paralelo y, siempre, amenazando con cruzarse. Los administradores del aparcamiento han sacado a subasta el parking, el más grande de Asturias con más de 1.700 plazas, y escuchan ofertas desde los mil euros para incentivar la puja. Aunque cualquier oferta deberá recibir el visto bueno del Banco Santander, con quien los dueños del garaje tienen una deuda hipotecaria de 12 millones de euros y es quien tiene que dar su conformidad a la operación si la puja final no llega a cubrir lo que falta por pagar de la hipoteca. Los abogados ven un posible comprador en Stoneweg, el fondo de inversión que negocia con el Ayuntamiento la transformación del fallido centro comercial en el nuevo recinto expositivo de la ciudad.

Stoneweg, por su parte, estudia la posible rentabilidad de un aparcamiento que, admiten, “tiene sentido” unir a su proyecto para la galería comercial. Los suizos quieren dividir el espacio que antes se dedicó a las tiendas y la hostelería compartimentando el espacio creando oficinas, restaurantes y valoran también la opción de incluir un supermercado en el interior del complejo diseñado por Santiago Calatrava. El fondo suizo ya le ha hecho una propuesta formal al Ayuntamiento para repartirse, como adelantó LA NUEVA ESPAÑA, las tres plantas del antiguo Modoo. La idea es que el fondo obtenga rentabilidad de la planta superior, a la que se entra desde la esquina entre Policarpo Herrero y Eduardo Herrera y el Ayuntamiento utilice como recinto expositivo vinculado al Palacio de Congresos la planta intermedia, que tiene el acceso principal, y la inferior.

Según ha podido saber este diario, lo que plantea ahora el fondo es una cesión de los espacios al Ayuntamiento por veinte años sin pagar renta, a cambio de un aplazamiento y fraccionamiento del pago de los casi tres millones del Impuesto sobre Bienes Inmuebles que adeuda el centro comercial a las arcas municipales. Esa propuesta lanzada desde Stoneweg sigue pendiente de una respuesta por parte del área de Urbanismo e Infraestructuras que dirige el teniente de alcalde Nacho Cuesta.

A la ecuación para relanzar el Calatrava vuelve a asomarse el futuro del parking. El aparcamiento sigue funcionando y, por el momento, genera suficientes ingresos para no tener que cerrar sus puertas a pesar de la clausura del centro comercial, el que fuese su mejor cliente. Los administradores concursales del centro comercial, el despacho asturiano Prendes & Caicoya y los valencianos de Martínez Sanz llegaron a un acuerdo al que no habían conseguido llegar, ni siquiera en los juzgados, las dos sociedades de las que tuvieron que coger las riendas cuando se les acumularon las deudas. Prendes & Caicoya pusieron punto y final al contrato que obligaba al antiguo MODOO a pagar más de 600.000 euros anuales a los dueños del parking por el alquiler de unas plazas que, desde su cierre, no utilizaban. Sin esa inyección fija de liquidez, el aparcamiento vuelve a depender de que, por fin, un proyecto viable vuelva a hacer despegar el complejo de Buenavista.

La subasta por el parking, que se está realizando en la plataforma especializada Trademat, finaliza el próximo 3 de febrero, el jueves de la semana que viene. El administrador concursal, de tener éxito en esta nueva intentona de encontrar un comprador, subastará después “la maquinaria” del aparcamiento en una nueva puja. De momento, nadie ha realizado una oferta por el activo. Las pujas deben realizarse en tramos de mil euros, por lo que la siguiente propuesta que se escucharía es de 1.001 euros. Aunque, por ese precio, parece difícil que se pudiese cerrar la operación, porque implicaría que el Banco Santander, acreedor hipotecario del parking, renuncie a la deuda millonaria que tiene pendiente de cobro.

La empresa que gestionó el aparcamiento hasta entrar en concurso de acreedores en diciembre de 2018, la sociedad Global Scopes Spain S.L., solicitó en 2007 un crédito de 14 millones de euros al Banco Pastor, posteriormente absorbido por la entidad financiera de la familia Botín. De aquel préstamo y de otra hipoteca suscrita con la misma entidad (otros 400.000 euros) quedaron los doce millones pendientes con el banco.

Desde el inicio del concurso, los administradores han presentado varias ofertas al banco, pero este las ha ido rechazando todas. En un momento, incluso, estuvo sobre la mesa que la entidad financiera se quedase con el aparcamiento y diese, así, la deuda por saldada. Fuentes conocedoras de la operación señalan que, al final, el Santander terminó echándose atrás y apostando por un nuevo proceso de subasta y búsqueda de inversores.

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