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Juan Manuel Montilla, “El Langui” Cantante y actor, este jueves protagoniza una charla sobre bullying en Oviedo

“Hay abusadores que cambiaron y ahora ayudan a otros”

“Acoso escolar siempre ha habido y seguirá habiendo porque el ser humano rechaza al diferente, pero la clave es saber dotarnos de herramientas para pararlo”

Juan Manuel Montilla, “El Langui”. | Artistik

Juan Manuel Montilla, “El Langui” (Madrid, 1979), acumula más de dos décadas compaginando su intensa actividad como actor y rapero con diversos proyectos sociales. Comenzó financiando actividades deportivas para jóvenes de los barrios más desfavorecidos de la capital y desde hace años participa en iniciativas para combatir el acoso escolar. Este jueves a las diez de la mañana impartirá una charla sobre “bullying” a más de 700 escolares de Oviedo en la sala principal del Calatrava.

–¿Qué quiere trasladar a los niños de Oviedo?

–Vengo a captar su atención para luego subrayar la importancia de las palabras respeto, tolerancia o empatía. Animarlos a resolver una situación de acoso que noten a su lado. Buscamos valientes por esta causa y espero encontrármelos.

–¿Rememorará su propia experiencia?

–Les contaré mi caso, de cómo no he recibido “bullying” a pesar de mi discapacidad porque al mínimo indicio tenía un montón de amigos cerca. Me hacían sentir como uno más del corro. Mi familia, el colegio, todos me apoyaban. Igual saber esto les puede ayudar.

–¿Se ve listo para convencerles?

–Trato con muchos jóvenes. He conocido muchas experiencias y casos. Lo importante es generar empatía y transmitir el mensaje. Desde 2008 doy conferencias sobre acoso y se nota el resultado. Al dar visibilidad al problema muchos se animan a dar el paso de contar su caso.

–¿Cómo ha evolucionado el acoso escolar desde entonces?

–“Bullying” siempre ha habido desde que el humano tiene conciencia. Siempre lo va a haber porque el ser humano rechaza a quien no piensa o es como él. La clave es saber dotarnos de herramientas para pararlo.

–¿Cuál es su fórmula secreta?

–Hablar. Conversar conociendo y dando a conocer el problema. No solo es víctima el muchacho que lo está recibiendo. Es una víctima cualquier niño que es abusador porque en el fondo son menores cuya situación familiar y mental desconocemos. Al abusón no hay que lanzarlo al precipicio, sino trabajar en conjunto. Es como una piragua, si van cinco tienen que remar todos en la misma dirección para no dar vueltas en círculo. Conozco muchos abusadores que cambiaron y ahora ayudan a los demás.

–¿Quién tiene la culpa entonces?

–Las charlas van para todos. Familiares, profesores, alumnos e incluso nosotros mismos porque siempre aprendemos con la retroalimentación de las charlas. Nos da muchas pistas de lo que ocurre en las aulas y pistas para tratar de atajarlo.

–¿Cala su mensaje?

–Al principio, cuando se sientan, los jóvenes alborotan y hablan. Luego al ver que soy una persona relevante se ponen nerviosos y cuando les hablas de tú a tú y bajas a su mismo suelo consigues su atención. Cuando empiezas a contar cosas que ellos están viviendo o pueden vivir empatizan. Cuando les cuentas las burlas y el rechazo y les preguntas si tolerarían abusos a su hermano o su primo les llegas. En cuanto les relato lo que me cuesta vestirme, ducharme y levantarme cuando me caigo, y les explico que ya me pasaba con su edad, logro esa empatía necesaria para trasladar el mensaje. Les hace pensar e implicarse más.

–¿Tiene muchos proyectos entre manos?

–Cuando no estoy de promoción, estoy dando conciertos o presentando libros. Ahora me encuentro preparando disco nuevo y un proyecto audiovisual que llevaré a festivales.

–¿Se siente bien en Asturias?

–Es una tierruca que siempre me tira. Buena gente, buen comer. Vine muchas veces por diferentes causas y me encanta. Espero una buena recepción de los niños de Oviedo.

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