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Alexandra Damiani Directora artística de los Ballets Jazz Montréal, que esta tarde presenta “Dance me” en el Festival de Danza del Campoamor

“ ‘Dance me’ es una invitación a dar un paseo por el tiempo con Leonard Cohen”

“El cuerpo del bailarín es la forma más directa de llegar al corazón del público: la danza tiene un poder transformador”

Alexandra Damiani. | LNE

La francesa Alexandra Damiani es desde 2021 la directora artística de los Ballets Jazz Montréal. Entre 2005 y 2015 trabajó como maestra repetidora primero y luego como directora artística en la compañía neoyorquina Cedar Lake Contemporary Ballet y se codeó con coreógrafos de renombre internacional como Sidi Larbi Cherkaoui, Crystal Pite o Hofesh Shechter. Damiani también ha trabajado en el cine, la televisión y la publicidad. Interpretó el papel de maestra de ballet en la película “Cisne negro”. Hoy, con el estreno de “Dance me” en el Festival de Danza del teatro Campoamor, a las 20.00 horas, Oviedo podrá, por fin, conocer y disfrutar de su trabajo. El espectáculo, con música del premio Princesa de Asturias de las Letras en 2011 Leonard Cohen, había sido programado para marzo de 2020 y fue cancelado con la irrupción de la epidemia y la declaración del estado de alarma.

–“Dance me” es un homenaje a Leonard Cohen y a su música. ¿Como ha elegido las canciones y los temas musicales para este espectáculo?

–La selección fue realizada por Louis Robitaille y Éric Jean, con el apoyo de Leonard Cohen. Para Cohen era muy importante que no fuera una selección de sus éxitos musicales, sino que se incluyeran canciones menos conocidas y más recientes. La elección de las grabaciones también fue guiada por Cohen.

–¿Es solo un homenaje o el espectáculo envía su propio mensaje? ¿Es posible descubrir nuevos significados en la obra de Cohen a través de la danza?

–Eso depende de cada persona. Y eso, para mí, es precisamente la belleza y la fuerza de la danza contemporánea. La danza ofrece otra forma de escuchar la música y la poesía de Cohen, oponiéndola, o contrastándola, o encontrando las fisuras en el ritmo, las palabras que nos permiten acceder a una nueva escucha y comprensión de su obra. “Dance me” es también una invitación a dar un paseo a través del tiempo con Cohen, una actividad que le gustaba especialmente.

–¿Cuántos bailarines saldrán a escena? ¿Qué puede desvelar sobre el formato de las coreografías?

–Por el escenario pasarán catorce bailarines y bailarán a lo largo del espectáculo en muchas formaciones diferentes. A veces se hace hincapié en el grupo y en una energía muy fuerte, otras veces la danza sólo se centra en dos bailarines con gran atención a los detalles. El punto común de todas estas escenas diferentes sigue siendo la presencia misteriosa y mágica de Cohen.

–¿Qué recursos escénicos y teatrales acompañan las coreografías?

–Escenografía, luces y proyecciones se combinan para crear un espectáculo de danza de gran envergadura.

–¿Se podría decir que la danza es una forma de poesía en movimiento, con el cuerpo como herramienta?

–Sí, creo que el cuerpo del bailarín y de la bailarina es la forma más directa de llegar al corazón de cada persona, al igual que la poesía es una llave que nos abre a otra dimensión del mundo y cambia nuestra relación con ello. A través del cuerpo, la danza propicia una alquimia y tiene un poder transformador sobre cada uno de nosotros.

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