En la parcela en la que está previsto que se construya el segundo instituto del populoso barrio de La Corredoria no entrarán por el momento las palas para poner los primeros cimientos, pero los vecinos sí que aprovecharán el terreno para plantar cada mes unas cruces en memoria del centro educativo, que no tiene fecha de inicio. Así lo han acordado las Asociaciones de Padres y Madres (AMPAS) de los tres colegios del barrio y la del instituto tras una reunión en la que decidieron endurecer sus protestas para intentar que la consejería de Educación acelere al máximo los trámites para que el instituto comience a construirse de inmediato, tras muchos años de espera.
El día 1 de este mismo mes la consejería de Educación había anunciado que iba a iniciar los trámites para rescindir el contrato de la empresa que había resultado adjudicataria de los trabajos del futuro centro educativo, para gran decepción de los padres y estudiantes. La razón fue que, pese a los requerimientos que le había hecho el Gobierno regional, la compañía no había movido ni una piedra. La empresa alegaba que los costes de los materiales –disparados por culpa de la inflación y los efectos de la guerra de Ucrania– hacían inviable ni siquiera iniciar los trabajos. Una situación análoga a la que vienen sufriendo desde hace un tiempo otras muchas compañías de la construcción. Por eso, los responsables de estas asociaciones de madres y padres han elegido el primer día de cada mes para hacer una protesta simbólica en la parcela del futuro instituto, ubicada entre el colegio Ruiz-Tilve y las primeras casas de la calle la Media Legua. Con una excepción, porque este mes la protesta tendrá lugar la próxima semana. Antes de convocar las movilizaciones, los padres han tratado de acercarse a la consejería. Sin éxito. “Hemos intentado tener una reunión con la consejera, con Lydia Espina, para que nos explicara las razones del retraso, pero no ha sido posible”, señala Sonia Ribeiro, presidenta de la Asociación de Madres y Padres (AMPA) del instituto de La Corredoria. Con las cruces que cada primer día de mes señala que “lo que queremos transmitir es la defunción de nuestro instituto”.
Si estas protestas iniciales no tienen la respuesta esperada, los vecinos prometen ir a más. Harán escalar las movilizaciones. Para septiembre, por ejemplo, ya tienen previsto movilizaciones que incluyan cortes de carretera.
Las asociaciones de madres y padres del barrio ya se habían pronunciado con dureza tras conocer los fuertes retrasos de esta infraestructura. Tanto que aseguraban sentirse “abandonados” por la administración regional y criticaban que se estaba tratando a sus hijos como ciudadanos de segunda. La bomba llevaba un tiempo a punto de estallar. El único instituto del barrio nació pequeño. Tiene capacidad para acoger entre sus paredes a 650 estudiantes, pero hay casi el doble (unos 1.100) matriculados que tienen que recibir clase en unos barracones. Inicialmente, el proyecto del nuevo IES de La Corredoria incluye la construcción de 16 aulas para la ESO y 6 para Bachillerato. El presupuesto por el que se habían adjudicado los trabajos hace ya unos meses había ascendido a 11,24 millones –algo superior a lo inicialmente previsto– y el plazo de ejecución estaba fijado en 20 meses. Tras resolver el contrato, la consejería de Educación tendrá que reiniciar todo el proceso de licitación desde cero, lo que retrasará notablemente la construcción del centro educativo.
