"Este último mes está siendo un sin vivir" confiesa una de las vecinas de la barriada de San Roque , en la localidad de Anieves. Entradas a viviendas, robos, amenazas y venta de drogas se han vuelto actividades normalizadas, especialmente durante las últimas semanas, según denuncia el vecindario.
"Aquí se creó una especie de ghetto hace 15 años y ahora estamos sufriendo un aumento de la delincuencia", señalan las mismas fuentes que, por temor, prefiren mantener el anonimato. Ponen como ejemplo los bloques 30 y 32, donde todos los enganches del agua y la electricidad están manipulados y conectados a otras viviendas. "Que nos roben agua y luz, es lo mínimo que nos puede pasar", describe una vecina asustada.
Entre los altercados recientes registrados en San Roque se cuenta la detención de un joven el pasado 22 de julio acusado de maltratar a su pareja, menor de edad, y el atrincheramiento de un hombre durante horas tras atentar contra un agente de la Guardia Civil.
Pero estas no son las únicas quejas del vecindario. La mayoría tiene miedo a presentar denuncias porque se sienten amenazados por los delincuentes que se mueven por la barriada. "Estamos hartos, no podemos vivir así, muchos de nosotros nos estamos mudando y abandonando nuestros hogares por culpa de estas personas", describen las mismas fuentes. "Solo hay tres municipales ahora, la mayoría están de vacaciones, bajas o descansos y muchos se han ido", confiesa uno de los atemorizados refiriéndose a la poca presencia policial en esta localidad pese a su creciente conflictividad. La queja constante de los vecinos por la ausencia de vigilancia policial en la barriada favorece la impunidad de los que comenten delitos en la zona.
Los afectados pien que los habitantes de los bloques que están causando problemas sean trasladados a otros lugares. Y reclaman además al Ayuntamiento turnos fijos de agentes que conozcan bien la zona. "Una vez se le escapó un ladrón a un municipal porque deconocía la localidad. ¡Eso no puede ser!" recalcan indignados.
Tras haber denunciado esta situación durante varios meses al director general de Vivienda, Fermín Bravo Lastra, y no haber obtenido respuesta alguna de la administración regional, los vecinos elevarán su queja a la delegada de Gobierno en Asturias, Delia Losa.
