A media tarde ya había cola a las puertas del edificio histórico de la Universidad para acceder al patio y asistir al segundo y último concierto del programa estival de Oviedo Filarmonía que se iba a celebrar en él. El de ayer fue el desquite de la orquesta, que en ese mismo lugar tuvo que suspender un par de conciertos a causa de la lluvia, el último el verano pasado y precisamente en el cierre de este mismo ciclo. El cielo despejado de ayer debió resultar tranquilizador para Lucas Macías, el director titular de Oviedo Filarmonía, que en el mismo sitio, el verano de 2020, tuvo que detener su interpretación del "Concierto para oboe en do mayor" a los 18 minutos de empezar, de nuevo por la lluvia.
En esta ocasión no hubo contratiempos. El programa arrancó con la "Sinfonía n.º 102, en mi bemol mayor", de Franz Joseph Haydn, como estaba previsto, y se cerró con la "Sinfonía n.º 1 en re, op. 25, ‘Clásica", de Serguéi Prokófiev. Ambas obras estaban incluidas en el programa del concierto de cierre del ciclo que tuvo que suspenderse el verano pasado.
Hans Stockhausen, principal de contrabajos de Oviedo Filarmonía, hizo de solista en "Divertimento concertante para contrabajo y orquesta", de Nino Rota, y fue muy aplaudido, así que a continuación hubo propina, la "Sonata para viola y contrabajo", de J. M. Sperger, que interpretó mano a mano con el principal de violas de la orquesta, Rubén Menéndez Larfeuil.
Tres veces saludaron los músicos al público al final del concierto, en atención a sus aplausos.
Ahora Oviedo Filarmonía comienza, dentro de la programación de la Fundación Municipal de Cultura de Oviedo, las lecturas para la ópera "Norma", el primero de los tres títulos a su cargo en la 75.º temporada de la Ópera de Oviedo.
