Los traumatismos faciales en el deporte suelen provocar lesiones aparatosas, a menudo graves, pues pueden estar relacionadas con elementos anatómicos vitales, como los ojos o las vías respiratorias. El tratamiento riguroso de este tipo de problemas es fundamental, si el deportista quiere volver a la actividad con la mayor urgencia posible. Afortunadamente, cada vez existen más técnicas enfocadas a minimizar el tiempo de recuperación. Hablamos de ello con el doctor Federico Rehberger, cirujano maxilofacial y estético.

Todos recordamos con cariño al gran capitán de la Selección Española y del Fútbol Club Barcelona, Carles Puyol. El bravo defensa central tenía fama de dejarse la piel en el campo. Pero además de la piel y las piernas, también se partía la cara. Literalmente. Hasta en cuatro ocasiones a lo largo de su carrera, Puyol sufrió lesiones relacionadas con traumatismos faciales, derivados de golpes durante el juego, por entrar sin miedo a disputar un balón. Doble fractura de base orbital y arco cigomático del ojo derecho. Dismorfia septal del tabique nasal. Fractura del pómulo izquierdo. Fractura del pómulo derecho. El historial médico del rostro de Puyol es abultado.

Las lesiones debidas a traumatismos faciales en el deporte no son infrecuentes. Resultan aparatosas, muy vistosas (o impactantes) y, en muchos casos, revisten bastante gravedad. Sin embargo, las cosas han cambiado mucho desde que Carles Puyol arriesgaba sus huesos faciales en el campo.

Actualmente, gracias a la innovación médica en el área maxilofacial, los deportistas cuentan con una buena gama de soluciones preventivas o tratamientos conservadores para evitar que un problema se complique.

"Teniendo en cuenta la necesidad de un deportista profesional de recuperarse cuanto antes, para no perjudicar su carrera, en los últimos años se están desarrollando enfoques distintos para tratar los traumatismos faciales" explica del doctor Federico Rehberger.

máscara de protección facial y vestuario específico.

"Estos enfoques apuestan por tratamientos más conservadores, que evitan la cirugía, o por métodos preventivos para proteger una lesión y reducir las posibilidades de que se complique; en muchos casos, una sencilla máscara consigue que puedan seguir jugando incluso con fracturas".

Las máscaras ortopédicas, cada vez más habituales, protegen los huesos faciales fracturados de un posible desplazamiento que pueda comprometer su recuperación.

El mismo Carles Puyol fue uno de los pioneros en lucirla. Si ¡consultamos fotos del central desde 2004 hasta 2014, podemos ver ya una gran evolución de estas máscaras: primero, incómodas y pesadas, después, ligeras, con grandes espacios para permitir la percepción visual. Han pasado casi diez años desde la última lesión facial de Puyol, y éstas han mejorado aún más, con materiales más sofisticados, radiodiagnóstico, impresión 3D... Recientemente hemos podido verlas en el rostro del jugador del Valencia Hugo Guillamón, o del defensa del Real Oviedo Dani Calvo, que la lució a los pocos días de sufrir un golpe en un partido contra el Leganés.

"Cuando un jugador sufre un fuerte traumatismo facial, lo importante es darse prisa en obtener un diagnóstico urgente y preciso; en algunos casos, si la inflamación no es muy acusada, el dolor se puede controlar y, sobre todo, la posibilidad de desplazamiento del hueso resulta mínima, una máscara ortopédica puede devolverlo al terreno de juego en pocos días, incluso con diagnósticos de fractura", dice el doctor Rehberger.

Minimizar una amenaza para las carreras deportivas. Una lesión facial siempre es aparatosa; destaca más un pómulo inflamado, con un vistoso hematoma, que un ligamento cruzado roto. Sin embargo, no tiene por qué resultar tan invalidante. Muchas veces, una fractura facial sencilla se recupera a buen ritmo; otras, tan sólo necesita de una protección adecuada.

Hasta ahora, sin embargo, las carreras de los deportistas profesionales podían verse en peligro por ausencias innecesariamente prolongadas del entrenamiento y la competición. Ahora pueden beneficiarse de diferentes tratamientos que reducen el tiempo de baja, gracias a primar la seguridad.

"Elaborar una máscara ortopédica es relativamente sencillo, gracias a la tecnología actual", explica el doctor Rehberger. "Ya ni siquiera es necesario construir moldes de escayola. Ahora se escanea la morfología del rostro para crear un modelo virtual en 3D, a partir del cual se imprime la máscara con materiales de última generación, como la fibra de carbono". Estas nuevas máscaras, muy económicas, son capaces de absorber los impactos del juego, sin causar molestias al jugador, ni restarle percepción visual. Así, su tejido óseo puede regenerarse sin interrumpir su actividad.

No solo fútbol. En España el fútbol es el deporte rey. Pero jugadores de otros muchos deportes, a lo largo y ancho del mundo, confían en nuevas soluciones para mantenerse en la competición. Rugby, hockey, boxeo, baloncesto.

En cada deporte, la posibilidad de sufrir una u otra lesión es diferente. Los traumas más habituales son los que afectan a la nariz y a la mandíbula, seguidos de los que afectan a los pómulos. La gravedad puede también variar mucho, pero los tratamientos responden a cada vez más necesidades.

Podemos, por ejemplo, recordar la fractura maxilofacial que sufrió Fernando Alonso en un accidente de bicicleta, que no le impidió, a las pocas semanas, pilotar su Alpine en el circuito de Bahrein. En aquel caso, no se puedo evitar la cirugía. Sin embargo, el uso de técnicas y tecnologías de vanguardia consiguió una recuperación mucho más rápida de la habitual.

"Son muchas las innovaciones que se aplican en el sector deportivo para optimizar los tiempos de recuperación" el explica el doctor Federico Rehberger. "Por ejemplo, en nuestra clínica utilizamos plasma enriquecido, que extraemos al mismo paciente durante la operación, y que es un regenerador natural de los huesos, además de reducir la inflamación y las posibilidades de infección", asegura el doctor.

El bisturí de ultrasonidos para trabajar los tejidos óseos o blandos es otra de las herramientas de las que podría hablar el doctor Rehberger, acostumbrado a utilizarla en los distintos tipos de intervenciones que se realizan.

La importancia del diagnóstico. Pero los buenos pronósticos para un trauma facial deportivo dependen de una condición: el buen diagnóstico clínico. Sólo un análisis rápido y preciso del caso puede aportar la solución más idónea para devolver al deportista a la competición en tiempo récord.

Los avances en radiodiagnóstico mejoran la exactitud. Por eso, los cirujanos maxilofaciales como Federico Rehberger cuentan con equipos como el TAC Facial (Tomografía axial computarizada).

Además, es normal que los cuadros traumáticos vengan acompañados. Las fracturas pueden agravarse con lesiones en el sistema nervioso central y periférico, los dientes, los globos oculares o las vías respiratorias.

Por eso, los cirujanos maxilofaciales experimentados se rodean de un equipo multidisciplinar, e intervienen en centros donde pueden contar con el apoyo de especialistas en áreas complementarias. Tal es el caso del doctor Federico Rehberger en su clínica de Oviedo.