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Los ingenieros de minas del sur de España piden mantener la "prestigiosa" Escuela de Oviedo

"Somos más necesarios que nunca", dicen profesionales de Andalucía, Canarias, Melilla y Ceuta que estos días visitan el Principado

Por la izquierda, en primer término, Francisco Javier Iglesias, Juan López-Escobar, Felipe Lobo y Juan José Fernández; en segunda fila, Manuel Vázquez, Vicente Puentes, Francisco Sierra, Luis Díaz de Quijano, Daniel Fernández-Mela, Miryam Machado y Vicente de la Pedraja, posando, ayer, frente a la Escuela de Minas. | L. B.

Ser ingeniero de minas hoy en día es garantía de encontrar trabajo y Madrid y Oviedo son las escuelas más prestigiosas de España. Esas son las dos principales ideas que trasladaron los miembros del colegio de profesionales del gremio del sur de España, que este fin de semana se encuentran de visita en el Principado y este sábado hicieron parada en la Escuela de Minas de la capital asturiana para clamar por su continuidad. "No tiene sentido que se suprima, pues es un emblema a nivel nacional", declaró el decano del colegio sureño, Felipe Lobo, en los pasillos del edificio de la calle Independencia.

Por la izquierda, Juan López-Escobar, Manuel Vázquez, Felipe Lobo, Vicente Puentes y Luis Díaz de Quijano, atendiendo las explicaciones de Juan José Fernández sobre una maqueta de la Escuela. | L. B.

Lobo encabeza una comitiva de cien personas –50 ingenieros y otros tantos acompañantes– que durante tres días tratan de conocer al máximo los principales puntos de Asturias. A pesar de su intenso itinerario, varios miembros del equipo de gobierno del colegio encontraron tiempo para conocer de primera mano las instalaciones de la Escuela, de la mano del decano del Colegio de Ingenieros de Minas del Norte, Juan José Fernández, y el director del centro, Francisco Javier Iglesias.

Entre los asistentes se encontraba Juan López-Escobar, un trubieco que, empujado por el declive de Hunosa, encontró un futuro laboral y vital en Málaga, desde donde partió este fin de semana para reavivar la nostalgia de sus años de estudiante en Oviedo. "Esta escuela siempre tuvo un gran prestigio y debería de aprovecharse para formar nuevos ingenieros, pues hay varios sectores relacionados con nuestro oficio que están viviendo un auténtico auge", declaró el ovetense, apoyado por su colega Francisco Sierra. "Todo lo que utilizamos a diario sale de la minería o el sector energético", añadió.

El periplo de los ingenieros llegados de la España meridional supone la devolución de una visita realizada por los ingenieros de minas del Norte a Sevilla, con motivo de un congreso. Para agradecer el buen trato recibido por los ingenieros de Asturias y de otras regiones vecinas, Juan José Fernández, hizo entrega a Felipe Lobo de una placa conmemorativa.

Francisco Javier Iglesias, por su parte, se mostró muy agradecido por el respaldo de los colegas del colegio presidido por Felipe Lobo, cuya parada en la Escuela acogió con brazos abiertos y una bocanada de oxígeno para seguir luchando para evitar el traslado del estudio de la Ingeniería al campus de Mieres, aprobado por la Universidad de Oviedo. "Su testimonio coincide con nuestra tesis de que estos estudios tienen mucho futuro en la capital del Principado", subrayó el director.

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