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Detalle de los paneles de Pelayo Ortega ya instalados en General Elorza. | Irma Collín

Pelayo Ortega aborda una intervención poética a gran escala en un edificio de Castelao junto al Vasco

El universo simbólico del artista asturiano cubrirá las dos fachadas de General Elorza y Víctor Chávarri y sumará un mural dentro del inmueble

Ahora que el grafiti se empieza a reconocer como arte mural y en Oviedo florecen los trabajos en medianeras de artistas locales e internacionales, Pelayo Ortega, uno de los pintores asturianos vivos de mayor proyección, ha comenzado a realizar otro tipo de intervención en la ciudad tras la que se descubre la reivindicación de un hábito de solidaridad artística hoy en declive pero clave en otras décadas: la colaboración entre artistas y arquitectos extendida a los edificios. Ortega trabaja ya sobre un inmueble de Castelao, frente al Vasco, sobre la fachada que mira a General Elorza. Luego lo hará sobre la de Víctor Chávarri, y aunque la paternidad del edificio es casi una casualidad, no lo es que el propio Castelao dejara, en la ciudad, numerosas muestras de colaboración con otros artistas, como Antonio Suaréz o Rubio Camín.

«Juego con tonos ocres, parecidos al ladrillo, y negros» para no anular el edificio», dice el pintor

Esa idea de que la arquitectura y el arte vayan de la mano es lo que animó a Julio Redondo a contactar con su amigo Pelayo Ortega cuando al estudio que comparte con Alicia Ferrao llegó el proyecto de rehabilitación integral del edificio de Castelao de Víctor Chávarri 19 y General Elorza 25 , ahora rebautizado como edificio Verso y orientado a talleres y estudios y espacios comunes de coworking.

El inmueble es uno de los últimos trabajos de Castelao, y quizá, apunta Ortega, dentro del gusto por el brutalismo este esa uno de sus edificios de viviendas "más austero, más sobrio y en el que esa esencialidad es más evidente". Todo ello pedía "una puesta al día, un giro, rebajar la austeridad de las fachadas" pero respetando el espíritu original.

La clave de la intervención la dio la proximidad con a la nueva plaza de la Poesía del Vasco, que ya llevó a bautizar el inmueble rehabilitado con el nombre de "Verso". Aquí, Ortega también trató de ofrecer una especie de homenaje a la poesía. Para abordar la intervención planeó paneles de aluminio a modo de paredones que construyen una especie de mosaico a lo largo de toda la fachada.

"Todas las composiciones presentes tienen que ver una con otra", explica el artista desde Madrid. "Ofrecen un diálogo y conforman una especie de fachada gráfica-artística en la que se introducen algunos elementos de mi iconografía característica, donde se pueden descubrir el personaje con el paraguas, el ciclista, y también alguna frase poética".

Ha sido voluntad de uno de los promotores inmobiliarios, el también vicepresidente de la Cámara de Comercio de Oviedo José Manuel Ferreira, que se añadiera una referencia a Walt Withman y a esos versos finales en los que anima a la contribución poética de cada persona: "Prosigue el poderoso drama, y puedes contribuir con un verso".

Para ejecutar el trabajo, Pelayo Ortega, con la idea de no anular el edificio, optó por una paleta monocromática. "Se juega con un tono ocre para los paramentos, parecido a los colores del ladrillo, y los gráficos lineales son negros".

El artista reconoce que es la primera vez que aborda un trabajo de este tipo, aunque ha tenido presente su experiencia de 2008 en la fachada del Palacio de Revillagigedo, en Gijón. En aquella ocasión, una acción promovida por la Fundación María Cristina Masaveu, se trataba de una intervención efímera, una proyección nocturna sobre la fachada. Pero le dio "la experiencia del potencial de intervenir sobre un edificio y de manejar este tipo de escalas".

De momento, solo se está trabajando en las fachadas de General Elorza, donde los elementos artísticos serán menos que en la de Víctor Chávarri. El material empleado, sobre láminas metálicas, son vinilos de altísima calidad y resistencia para que la obra permanezca.

Pelayo Ortega confía en lograr un buen resultado y un diálogo potente con la entrada de Oviedo y el edificio del Vasco, no exento de polémica: "Que este tipo de intervenciones sean polémicas también está muy bien, que susciten controversia, cierta comunicación con la sociedad". En el interior del inmueble, en la gran galería que conecta una y otra parte del edificio y donde también habrá obra de Ileana Mariotto, Ortega completará su obra con un gran mural, extensión del exterior pero donde el color será más rico. Otra explosión poética para el Verso.

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