La Fundación Vinjoy empieza a plantar tres bosques en el Naranco para curar las heridas de Oviedo

El proyecto de reforestación traerá más de 2.000 nuevos árboles a la ladera en zonas afectadas por las llamas el año pasado: "No podíamos permitirnos ver nuestra montaña así"

Nace el “Bosque Fundación Vinjoy – Fundación EDP”, un proyecto que busca la recuperación del patrimonio forestal del Naranco

Miki López

El monte Naranco ardió hace algo menos de un año. Una estampa que dejó una herida en el corazón de los ovetenses y que ahora la Fundación Vinjoy ha prometido curar. Este viernes, voluntarios y usuarios de la asociación que ayuda a miles de personas en estado de vulnerabilidad se han acercado a las proximidades del Monumento del Sagrado Corazón. Allí se han puesto las primeras raíces de un proyecto que pretende construir tres bosques de árboles autóctonos en el monte y recuperar parte de la vegetación que quedó calcinada. La iniciativa se hizo en colaboración con la Fundación EDP, el Ayuntamiento de Oviedo, el Gobierno del Principado de Asturias y Bosquia.

A la cita asistió el Alcalde Alfredo Canteli, que fue el encargado de ayudar a Nora Díaz, una niña de 20 meses con sordera y que cuenta con un implante coclear, a plantar el primer árbol de un bosque simbólico de 400. Esta recién nacida arboleda se ubica en una zona familiar, donde se podrá observar como va creciendo. La especie elegida fue un roble, aunque también se plantarán abedules y castaños. El regidor se mostró “encantado de estar en este Naranco que tanto quise y tanto quiero". Agradeció la colaboración de Vinjoy y EDP para "reforestar entre todos una zona que tanto sufrió en el último incendio. Canteli aseguró que se está trabajando muy duro para adecuar el terreno y que los árboles lleguen lo más pronto posible. "El Naranco debe crecer para ser el pulmón que Oviedo necesita”, zanjó.

El bosque de unos 400 árboles no será el único enmarcado en el proyecto "Territorio en verde: Bosque Vinjoy". El mismo día comenzaron a plantarse otros dos: uno más grande de 2.000 árboles en una zona donde el acceso en coche es más difícil y otro dentro de las instalaciones de la Fundación, que tiene una función terapéutica y promete estar muy vinculado a las personas que sufren de enfermedad mental grave. Adolfo Rivas, director de la Fundación Vinjoy, definió como "ilusionante" el proyecto. "Nuestra montaña, donde vivimos y acompañamos a más de dos mil personas en situaciones complicadísimas, estaba herida y no podíamos permitirnos verla así. Nuestro agradecimiento era curar el territorio con una plantación de árboles. Nosotros solos no podíamos económicamente así que fuimos a la convocatoria de EDP y trabajamos codo con codo desde entonces", explicó.

David Artime, director general de Inclusión educativa y ordenación del Principado, recordó que la Consejería de Educación lleva años trabajando en la acción concentrada con la Fundación Vinjoy. “Ahora tenemos la posibilidad de financiar un proyecto de innovación muy interesante: la creación de un bosque terapéutico, en una zona anexa a la Fundación Vinjoy, una idea muy exportable a otros centros educativos que puedan iniciar proyectos de esta índole”, recalcó. Por su parte, Jorgelina Expósito, responsable de actividades transversales de la Fundación EDP, destacó la sensibilidad especial que existió entre ambas fundaciones y "la piña" que han formado entre los voluntarios. "Llenamos de esperanza y de vida un bosque tan vinculado a la ciudad como el Naranco", expuso.

Antes de que Nora Díaz y el Alcalde plantasen el primer roble con la supervisión de Francisco del Cid, fundador de Bosquia, las autoridades presentes se dirigieron al centenar de usuarios de Vinjoy allí congregados. Al terminar los discuros, hubo aplausos y abrazos para todos los ellos con el estilo cariñoso que caracteriza a la institución. Adolfo Rivas cerró el acto con una reflexión: "Estos árboles no los vamos a disfrutar nosotros, sino nuestros hijos y nuestros nietos. Debemos abandonar el planteamiento egoísta de pensar en lo inmediato y apostar por el largo plazo". Andrés Díaz, padre de la pequeña que plantó el árbol tiene claro que la planta irá creciendo a la vez que su hija. "Y vendremos a verlo", confirmó emocionado.