Los artistas de la Fundación Vinjoy triunfan por la cara: venden toda la primera edición de su libro con retratos vanguardistas y lanzan ya la segunda

La nueva tirada se presenta mañana lunes en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA

En la fila de atrás, por la izquierda, Aitor Fandiño, Pedro Gómez, Marcos Díaz, Damián Flórez, Adrián Vega y Sara Martínez. Delante de ellos, Juan Moure, Fany Álvarez, Rocío González, Alba Lobato, Fany Fernández y Katya García, en los jardines de la Fundación Vinjoy, con dos ejemplares del libro «Una gota de rocío».

En la fila de atrás, por la izquierda, Aitor Fandiño, Pedro Gómez, Marcos Díaz, Damián Flórez, Adrián Vega y Sara Martínez. Delante de ellos, Juan Moure, Fany Álvarez, Rocío González, Alba Lobato, Fany Fernández y Katya García, en los jardines de la Fundación Vinjoy, con dos ejemplares del libro «Una gota de rocío». / Irma Collín

"Mucha gente lucha a diario sin que los demás lo sepan". Es la frase que preside una de las paredes del Centro de Apoyo a la Integración (CAI) de la Fundación Padre Vinjoy. Ahora, gracias al arte, mucha gente está empezando a conocer la lucha de las personas con discapacidad intelectual y psicosocial que acuden a este centro. El libro con obras creadas por los propios usuarios durante la pandemia se ha convertido en un éxito y ya va por su segunda edición. Se presentará mañana lunes, 26 de febrero, a las 19.30 horas en el Club Prensa Asturiana de LA NUEVA ESPAÑA.

El CAI transmite felicidad en cada esquina y supone una vía de escape diaria para sus 111 usuarios. Pero en 2020, con la llegada de la pandemia, todos se tuvieron que ir a casa. Fue entonces cuando surgió la idea de dibujar semblantes de personas como una forma de transmitir lo que sentían en un momento duro de aislamiento social, que también implicó en algunos casos la pérdida de seres queridos.

Adolfo Rivas, presidente de la Fundación Vinjoy, abraza a Juan Moure mientras charla con los usuarios. | Irma Collín

Adolfo Rivas, presidente de la Fundación Vinjoy, abraza a Juan Moure mientras charla con los usuarios. | Irma Collín / Víctor Delgado

La iniciativa triunfó y fueron los propios alumnos los que, cuando terminó el confinamiento, coincidieron en que "había que hacer algo" con los dibujos. Los pasaron a limpio y construyeron con ellos un "mural de sentimientos". Y entonces entró en escena la figura de Adolfo Rivas, gerente de la fundación, un hombre que cada día pelea por ayudar a las más de 1.700 personas que forman parte de sus programas. Siempre con una sonrisa. Rivas pensó en acompañar los dibujos de los usuarios con aforismos. "Empecé escribiendo parábolas, pero cambié de idea para que fuese más fresco", explica.

No se equivocó. El libro, publicado el año pasado en el marco del centenario de la fundación, está siendo un éxito. Tras vender una primera remesa de 400 unidades, ahora lanzan una segunda edición más ambiciosa. "Con esta obra queríamos mostrarle al mundo nuestro modelo. Quería hacer algo conjunto con el CAI, con el que tengo una gran vinculación. Los quiero mucho", agrega Rivas.

Hay dibujos hechos a mano e incluso a ordenador. Es especialmente llamativo el caso de una persona con parálisis cerebral, que se ayuda de un ratón especial para dar rienda suelta a su creatividad. El libro está compuesto por 40 ilustraciones, acompañadas por un texto que hace referencia a la labor socioeducativa que desarrolla este centro.

Los Semblantes de la Fundación Vinjoy.

Los Semblantes de la Fundación Vinjoy. / LNE

La creatividad de los 15 alumnos participantes desbordó a Rivas y le obligó a emplearse a fondo con la redacción de los aforismos. "Les tuve que decir que no entraban más dibujos porque no se me ocurrían más textos", bromea. El título elegido fue "Una gota de rocío" y se debe a la similitud de los aforismos con una gota de rocío, que queda visible en una hoja tras una fría mañana. "Los aforismos no se hacen, caen y tienes que estar ahí para observarlos", explica. Los usuarios, que reciben con abrazos a Rivas cada vez que lo ven por las instalaciones, también se quedaron con la copla y se muestran muy orgullosos del resultado final.

Los rostros que componen el libro parecen arte de vanguardia. Hay cabezas cuadradas, triangulares e irregulares. Pero todas ellas han sido estudiadas con los educadores.

"Dibujan así porque no tienen tapujos. Es una herramienta terapéutica", agrega Rivas. Artistas como Kandinsky, Miró o Picasso inspiraron a los usuarios. Sara Martínez, Juan Moure, Fany Álvarez, Aitor Fandiño, Rocío González, Alba Lobato, Pedro Gómez, Fany Fernández, Marcos Díaz, Damián Flórez, Katya García y Adrián Vega componen el núcleo duro del CAI, en el que van entrando y saliendo personas. "Haremos los dibujos que hagan falta", aseguran. Ahora, buscan un nombre artístico. De momento, les convence "Los Semblantes", pero como marca su filosofía vital, están abiertos a nuevas ideas.

Fany Fernández posa con algunas de sus obras, expuestas en el centro de apoyo a la integración. | Irma Collín

Fany Fernández posa con algunas de sus obras, expuestas en el centro de apoyo a la integración. | Irma Collín / Víctor Delgado

El arte es inseparable de la labor de integración que desarrolla la Fundación Vinjoy. Además de dibujos, crean obras en diferentes soportes como cerámica o vidrio. Y están volcados con su escuela de teatro, con la que algunos de ellos han participado en una adaptación teatral de la película "Campeones".

Lo recaudado con la segunda edición de "Una gota de rocío" irá para su cooperativa autogestionada, que organiza las actividades teatrales. Y también para poder irse de viaje en verano: "¡Necesitamos dinerito! ¡Que queremos ir a algún sitio!". Es una forma más de animar a todos a que se empapen de su gota de rocío.