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Número seis de la lista del PSOE al Ayuntamiento

Alcalde por sorpresa, pero no por casualidad

Sobre la figura del nuevo regidor de la ciudad

Estoy segura de que muchas personas se han preguntado sorprendidas cómo ha sido posible que el socialista Wenceslao López lograra la Alcaldía de Oviedo, poniendo punto final a veinticuatro años de poder absoluto y absolutista del Partido Popular y dejando en la oposición a su líder, heredero del gabinismo.

Después de que el Partido Socialista (PSOE) no obtuviera el resultado deseado el 24-M (había perdido un concejal, quedándose en cinco) y de que Izquierda Unida (IU) expresara su decisión de no presentar candidato para apoyar la investidura de la cabeza de lista de Somos Oviedo, la llave de acceso a la Alcaldía estaba en manos de los socialistas. Wenceslao López se puso de acuerdo con Somos Oviedo e IU para configurar un programa progresista que diese respuesta a las necesidades y demandas de los ciudadanos ovetenses. Sin embargo, todo se fue al traste justo un día antes de la proclamación: la Federación Socialista Asturiana (FSA) resolvió presentar su candidatura en el Pleno para elegir alcalde, a pesar de que la fuerza de izquierda más votada había sido Somos Oviedo.

¿Por qué los concejales de IU, y especialmente de Somos Oviedo, decidieron un minuto antes de la investidura, con gran generosidad y altura de miras, cambiar la historia de Oviedo apoyando contra todo pronóstico como alcalde a un hombre que no disponía de los suficientes concejales?

La personalidad de Wenceslao López determinó su fortuna para que IU y, sobre todo, Somos confiaran en él. Un hombre inteligente, sencillo, con sólidos principios, que ha tenido una larga vida de compromiso socialista en la que se vislumbran triunfos, algunos exprés, pero también algún que otro desengaño y frustración. Un socialista que vive como piensa y al que la buena conciencia le sirve de almohada. Pero eso no es todo: reflexiona muy serenamente cuando debe afrontar los retos con decisión. Y lo que es más importante: es un político honrado, y ser honrado, tal como decía William Shakespeare, equivale a ser un hombre escogido entre diez mil.

Recientemente, su hijo afirmaba que su padre no añoraba ningún puesto y que solamente pretende "ayudar, apoyar, trabajar, impulsar, poner de su parte todo lo que puede y conoce". Pero además ha demostrado su habilidad, junto a su equipo y la ejecutiva de la Agrupación Municipal Socialista de Oviedo, para negociar: ha sabido escuchar lo que se decía y no se decía desde el compromiso, confiando en todas las partes y evitando los chantajes y los callejones sin salida.

Han pasado ya treinta y seis años desde que supo apartarse con humildad y generosidad de la lucha por la Alcaldía de la capital de Asturias, toda vez que el PSOE se inclinara por que Antonio Masip fuera candidato, convirtiéndose en el primer regidor socialista de Oviedo en la etapa democrática. Hoy Oviedo nuevamente tiene un alcalde socialista que ha luchado para hacer posible el cambio en nuestra ciudad junto a personas progresistas y de bien.

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