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antonio masip

Con vistas al Naranco

Antonio Masip

Pemán, Cabanellas, Carabias, Azaña, Aranda y Churchill

Encuentros y escritos en torno al Cerco y al asedio

Pemán escribió “Mis almuerzos con gente importante”. Pintoresco, pero Cándido, gran periodista, como Prieto, Buylla, Posada y Pepe Sastre, de la ovetense Magdalena, lo ridiculizó más. Es, no obstante, el primero reconociendo paseos de retaguardia. El escritor del régimen narra “Encuentro con Cabanellas”, predecesor de Franco en la burgalesa Junta de Defensa. Descripción de asesinato lo hicieron, distribución discreta, Luis Puente, gacetillero de LNE, y J. R. Rubinat, de “Región”. Detallan el primer crimen entre cerco y asedio. Aranda, sin embargo, evitó paseos en tres primeros meses, con asesinatos tolerados a la columna gallega, mientras del lado republicano los crímenes, incontrolados a la autoridad se terminaron en septiembre-36. Por las aportaciones de Viñas, Churchill sobornó a Aranda y otros.

Saludo, en la “Juan Muñiz Zapico, ruta de Guerra Civil”, de García Fernández. Lástima no alcance el estudio que reclamo desde 1972 en Seminario Tuñón de Lara/Universidad de PAU y en autocensurada, Edicusa y, con otros, en “Historia del gran Cañada”. Javier Muñoz realizó, 2006, tratamiento más completo.

Doy cuenta también del delicioso libro de Josefina Carabias sobre Azaña. Había seguido a la autora, que, por fin, conocí en casa de los cosmopolitas embajadores argelinos. Tuve conciencia de su testimonio cualificado. Compartiendo mantel, el general Vega Rodríguez, Fisac, el pronto ministro Garrigues, el embajador chino trajeado a lo Mao… ¿comensales importantes?

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