Es año jacobeo y el Ayuntamiento de Oviedo está volcado con la promoción del Camino primitivo a Santiago de Compostela. Ese itinerario histórico, luminoso, y cargado de razón espiritual y animosa. Todo sucedió en el siglo VIII. El rey piadoso Alfonso II el Casto marcó esa línea trazada cuando se enteró a través del obispo Teodomiro que en una zona gallega cerca de Iria Flavia se había descubierto el sepulcro del apóstol Santiago, el llamado hijo del trueno. Fue en un enclave adornado de Estrellas en un campo espacioso y divino. El rey Astur junto a su séquito emprendió el viaje hacia ese destino universal siguiendo desde Ovetao por la vía Romana de Lucus Asturum hasta Lucus Augusta. Un camino primitivo que dio paso a todos los demás. Es por ello fundamental que Oviedo se erija en ese inicio mágico y atrayente de un trazado que tiene marca de calidad y supone todo un ejemplo del turismo bien entendido y directo. Ese origen caminero tiene que llevarlo Oviedo con honra y galanura. Ya se sabe por aquella canción medieval francesa que quien va a Santiago y no al Salvador visita al criado y deja al señor... Frase identitaria y que refleja con nitidez la verdadera importancia de un camino nuevo.
Y este origen del Camino es el anuncio universal que Oviedo tiene que demostrar para que los peregrinos y viajeros amantes de esta línea horizontal la conozcan a fondo y la utilicen en su desplazamiento a la capital del Principado. El turismo es una actividad que en Asturias no se ha valorado con la realidad que se merece. Lo tiene casi todo para atraer a infinidad de visitantes amantes de la calidad natural, el arte, la gastronomía y unos habitantes hospitalarios que son siempre óptimos embajadores de una tierra bella como pocas y preñada de un paisaje único y envidiable. Hay base suficiente para conformar un turismo de altura y Oviedo con su Camino tiene la obligación de proyectar esta senda desde la Sancta Ovetensis siguiendo por la Asturias occidental hasta Santiago. Urge adecentar y renovar un camino bastante olvidado, remozar albergues y rehabilitar monumentos. Porque esta vieja calzada es en sí misma la esencia de un turismo de nivel y que debería demostrar su historia y su ejemplo de Tránsito seguro y ameno. Todos los caminos llegan a Santiago y desde Oviedo con la categoría del mejor inicio y alma de peregrino con la mochila de la verdad en sus espaldas. Bien por Oviedo. La promoción es básica para que acudan a esta ciudad de ascendencia palatina y medieval muchos caminantes de todo el orbe, ahora que la pandemia va remitiendo y la nueva normalidad volverá pronto a su cauce. Y es que el Camino desde Oviedo es, sin duda, toda una seña de civilización.
