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Cristina Coto

Oviedo, el reto de atracción de empresas

Adrián Barbón consideró que las necesidades de Oviedo se liquidarían en 2022 con 16,7 millones de euros, apenas 1,6 más que en 2021. A Gijón, por el contrario, le dobló la inversión, de 14,1 a 29,3, dando continuidad a una tendencia discriminatoria asentada en el tiempo y que encuentra su punto de malicia en el hecho de que ni aquello que se consigna se gasta. En 2021, de los 15,3 millones que nos concedió, no sé si graciosamente, solo se ejecutaron 765.000, burlonamente.

Parece que nuestro alcalde le remitió una carta –tan propio de estas fechas– rogándole una rectificación, una vez que al presidente se le olvidó por el camino El Cristo-Buenavista; el desdoblamiento de Ernesto Winter; la Variante de Trubia; el interceptor del Nora; una carretera en San Claudio; las obras en el Centro Juvenil de Sograndio o en el centro de FP de Cerdeño; el Centro de Educación especial de Montecerrao o los 400.0000 euros para la promoción este año del Camino de Santiago. El olvido alcanzó también a la ampliación de una de las entradas a Ciudad Naranco y el albergue de peregrinos. Tiene razón Canteli al afirmar que ya los Presupuestos de Sánchez para Oviedo son “decepcionantes” y un “menosprecio”, pero no podemos olvidar que él mismo pidió a Barbón que intercediera para multiplicarlos –por 10 la inversión para la Ronda Norte o para acabar con la marginación de la Temporada de Ópera de Oviedo– pero fue en vano. En todo caso, en donde sí tenía el presidente mando en plaza, me refiero a sus propios presupuestos, también decepcionó y menospreció a Oviedo.

El “desencanto” original del equipo de gobierno (LNE, 4-12-21) duró lo que un caramelo a la puerta de un colegio y el 29 de diciembre ya disculpaba el Alcalde a su amigo Barbón: “El cumplimiento del Principado es muy bajo pero nosotros tampoco cumplimos” (¡), justificó Canteli, para acabar restando importancia a la baja inversión y destacar: “Nunca visteis a un presidente pisar tanto Oviedo como él y se lo agradezco”, en referencia al paseo de Barbón por el mercadillo navideño. Desconozco los “input” que tan principal paseo pudo generar a la capital, pero sí surgen varias preguntas en medio de esta comedia: ¿Alguien se está tomando Oviedo en serio? ¿No se consideran relevantes las aportaciones presupuestarias estatales y autonómicas para Oviedo? ¿Va Oviedo a “comer” de la estéril amistad de Canteli o Barbón? Recientemente un periodista de LA NUEVA ESPAÑA, Álvaro Faes, escribía: “… el buen rollito entre Canteli y Barbón ha de refrendarse con hechos si no quieren terminar convertidos en caricaturas de sí mismos”. Pues sí, porque con el doble de presupuesto asignado a Gijón salieron Ana González y la oposición en bloque contra unas cuentas que consideraron “decepcionantes” tras años de “inversiones pendientes.

¿Qué está pasando en Oviedo? ¿Qué compadreo conlleva que la obligada exigencia ante el abandono se vea desplazada por la continua apelación a una teórica amistad “barboncanteliana” que en nada sirve al interés general de los ovetenses? ¿Y Cs, El socio del PP en el Ayuntamiento que apoyó con IU estos pobres presupuestos del PSOE para Oviedo?

Vayamos al presupuesto aprobado el pasado 5 de diciembre en Junta de Gobierno del Ayuntamiento y que si entra en vigor en febrero, lo haría con 5 meses de retraso: lo más destacable es el anuncio de petición de un crédito de 19,7 millones de euros para las “grandes obras del mandato”, es decir, las fotos propias de un año preelectoral. Con 153.000 euros para la Plaza de Toros ¿alguien cree que vamos a ver su rehabilitación? Justamente por eso se peatonalizarán céntricas calles, lo cual está muy bien, especialmente para las fotos. Hace muy poco supimos que, por primera vez en el siglo, el número de decesos duplicó al de partos en la Oviedo.

Es inevitable la muerte, pero no que nuestros jóvenes se vayan de una ciudad que le ofrece oportunidades. Por eso reitero que Oviedo debe trascender lo festivo para abordar la actividad económica, objetivo que enfatiza de continuo la Cámara de Comercio en relación a La Vega y es que ¿cómo es posible que llevemos 30 meses esperando por una firma sobre unos terrenos que están más que repartidos? ¿Y el Cristo? Otro espacio de oportunidad al que el Principado destina este año la fortuna de 22.000 euros. ¿Y la Fábrica de Gas? Enredada ahora en una maraña de informes contradictorios del Principado. La lista de la parálisis es tan interminable como la de las excusas. Creo que nunca una ciudad tuvo tanta semilla y tan poco regante, o fue tan buen vasallo si hubiera buen señor. Mientras Oviedo no logre atraer empresas generadoras de empleo, su capitalidad se verá mermada, por más bombillas, gaitas y tambores que alegren la ciudad.

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