La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

El camino conocido

El Oviedo se propone repetir la evolución de la temporada pasada con una mejora progresiva en el rendimiento defensivo

El camino conocido

La experiencia reciente enseña el camino. Es la visión optimista del asunto. El Oviedo se agarra a lo sucedido la temporada pasada como guía para mejorar el rendimiento defensivo. A estas alturas de la temporada, jornada 10, hay varias cosas comprobadas. Egea se ha adaptado a una plantilla que tiene la verticalidad como norma. Futbolistas con tendencia a mirar la portería contraria, con más dificultades cuando toca correr hacia atrás, El Oviedo ha mostrado sus credenciales para aspirar al play-off, pero la impresión es que al equipo aún debe dar otro paso al frente para ser tratado como un aspirante serio.

Ese margen de mejora se sitúa en el balance defensivo. Una tarea que no depende exclusivamente de los zagueros, como se ha encargado de remarcar Egea en cada intervención pública. Son 17 los goles que ha encajado hasta la fecha el Oviedo. En toda la Segunda solo hay un conjunto con peor registro: el Almería, colista, con 19 tantos. Esteban recibe 1,7 goles por partido, una estadística no habitual entre los candidatos a los puestos de honor. El vestuario es consciente de que las cosas tienen que cambiar.

Esteban, hombre curtido en mil batallas, señalaba el lunes un sencillo camino a seguir. El de la temporada pasada, culminado en Cádiz con la sonrisa más marcada de la última década en el oviedismo. "A veces hay que recordar el pasado porque te puede ayudar", razonaba el portero, "también la temporada pasada nos metieron cuatro en Valladolid y Ferrol y después la cosa funcionó". Cuando echa la vista atrás, el guardameta saca una conclusión clara: "Logramos salir de aquella con normalidad".

La temporada pasada no fue el camino placentero que suele suponerse de un equipo campeón. También tuvo curvas, especialmente en el inicio liguero. Las diez fechas iniciales tienen cosas en común con la actual. Cumplidas las diez primeras jornadas de Liga, el Oviedo era tercero, con 22 puntos. Para asaltar el primer puesto, en manos del Logroñés en esos momentos, Egea se propuso una mejora en los números defensivos. El Oviedo había recibido en las diez primeras jornadas 12 goles: 1,2 por encuentro. Los equipos aspirantes a todo suelen dejar el registro de goles encajados por debajo de la unidad. Ese era el reto. Y el equipo logró crecer en base a ese objetivo. En las 28 jornadas restantes, el conjunto carbayón solo fue batido en 19 ocasiones: 0,7 dianas en contra por cita.

Ahora, el reto vuelve a plantearse. Entre la temporada anterior y la actual hay diferencias significativas. La primera y más evidente es el aumento de nivel de los delanteros rivales. Antes, las llegadas al área de Esteban eran neutralizadas. Ahora, los atacantes no perdonan. Por eso se exige un paso adelante en el rendimiento individual, pero también en el colectivo.

El esquema ha cambiado pero la defensa sigue siendo de cuatro hombres con dos pivotes por delante. Sí ha habido un cambio significativo en los nombres. Esteban sigue comandando la meta, David Fernández mantiene su plaza como zaguero central y Erice es el pivote indiscutible. Nacho López lucha con Fernández por mantener su puesto, mientras que Bautista, en el otro lateral, pierde la batalla con Peña, uno de los nuevos. Borja Gómez es otro de los que ha llegado para hacerse fuerte en el centro de la zaga.

La normalidad que solicita Esteban en la derrota no es tan sencilla de lograr. No en una plaza tan exigente. Sin embargo, el salto al fútbol profesional parece haber regalado algo de paciencia. Ya no existe la ansiedad extrema de temporadas anteriores aunque la presión por ganar se mantiene. El partido del domingo ante el Bilbao Athletic supondrá una nueva prueba en busca de la solidez.

Compartir el artículo

stats