La Nueva España

La Nueva España

Contenido exclusivo para suscriptores digitales

Fútbol Segunda División

Un Oviedo superviviente

La plantilla habla de la importancia de la victoria y destaca la capacidad del equipo de sobreponerse a las circunstancias - El triunfo recuerda al de Astorga de la temporada pasada, considerado por muchos un punto de inflexión en la trayectoria liguera

Erice y David Fernández presionan al delantero del Huesca Fernández. LOF

Cuando se echa un vistazo a lo ocurrido la temporada pasada la memoria lleva ineludiblemente a Cádiz. Aquel partido ocupa el puesto preferencial en el resumen del éxito. Pero cuando se pide a los protagonistas un momento menos popular, un recuerdo más íntimo que ejemplifique el ascenso, muchos futbolistas no lo dudan a la hora de señalar el triunfo en Astorga (0-1), en noviembre de 2014. Fue aquella victoria un ejercicio de supervivencia. En un campo enfangado, donde apenas podía rodar el balón, los azules se impusieron demostrando que también tenían una versión obrera. La misma que salió a relucir en Huesca el sábado para conquistar una victoria que dispara a los de Egea a los puestos de honor de la tabla. "Son tres puntazos", resume sonriente Susaeta. La expedición azul se fue de tierras aragonesas con la sensación de que la victoria tiene efectos directos sobre el aspecto anímico.

El escenario cambiaba el barro de Astorga por el intenso viento de Huesca. El cierzo en su esplendor. La agresividad la ponía esta vez en once de Tevenet, en su intento de recuperar El Alcoraz como base de sus éxitos. Pero el Oviedo de Egea supo lucir la versión menos atractiva, en búsqueda de la rentabilidad. "Fue un partido raro. Daba la impresión de que podía pasar cualquier cosa en cualquier momento del partido. Dependía del equipo que tuviera el viento a favor, era una condición muy importante", analiza Susaeta. "El viento es el mayor enemigo del fútbol. No te deja hacer nada", coincide Borja Valle, que subraya la especialidad puesta en práctica en El Alcoraz: "A veces tienes que jugar directo, porque esas condiciones influyen en el partido".

El Oviedo fijó su postura en la solidez defensiva. Una zaga sin concesiones. Con el viento en contra, como ocurrió en la primera mitad, la defensa se centró en despejar. Tras el descanso, el equipo quizás cayó en precipitación con la posesión. Pero la seguridad no se resintió. "Es muy buena señal que estemos ante esta racha sin recibir goles", indica Valle en alusión a que el equipo sólo ha encajado un tanto en los últimos cuatro encuentros. "En realidad, es algo similar a lo que sucedió la temporada pasada. Al principio de la competición recibimos muchos goles y poco a poco el equipo, también la defensa, se fue acoplando. Es la línea a seguir", recuerda. Susaeta, que también conoce aquella experiencia va más allá: "A día de hoy lo más importante es no encajar goles. Es fundamental en Segunda. Siempre va a haber ocasiones a favor así que es importante que atrás estemos seguros".

La teoría de Susaeta se cumplió el sábado al pie de la letra. Lo primero, lo esencial, pasa ahora por defender con eficacia. No darle ninguna ventaja al rival. La zaga debe estar atenta en todo momento. Cuando el contrario encuentra una rendija (como Machis al hacerse con un balón perdido en el centro del campo y enfilar el área contraria) aparece Esteban para solventar la situación. Después, una vez cerradas las vías, se debe esperar al acierto de los hombres de arriba. "Tenemos mucho gol, es una ventaja", indicó Egea al final del choque, en la misma línea de razonamiento.

El encargado de cerrar el triunfo, con un disparo desde el punto de penalti, fue Susaeta, especialista en estas lides. El vasco no le tiemble el pulso aunque la situación sea especialmente comprometida. "Supongo que algún penalti fallaré en algún momento, pero ahora mismo me siento con la confianza del club, del cuerpo técnico y de mis compañeros. Y eso se nota a la hora de afrontar un lanzamiento así. A veces sale mejor o peor, pero la confianza es básica", cuenta el extremo. "No recuerdo llevar siete goles a esta altura de la temporada, tan pronto. No me gusta hablar de mí pero estoy contento. Si el penalti lo tira Toché, Borja Valle o quien estuviera en el campo, estoy seguro que iría para adentro", añade el centrocampista.

Compartir el artículo

stats