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Borja Valle siempre vuelve

El berciano apunta a titular en el Oviedo ante el Zaragoza tras superar una lesión de tobillo

Borja Valle, con el balón, esta semana en un entrenamiento del Oviedo en El Requexón. MARÍA GÓMEZ

La trayectoria de Borja Valle desde su llegada al Oviedo está siendo como una carrera de obstáculos que el berciano siempre consigue superar. Valle está teniendo tanta mala suerte con las lesiones como capacidad para recuperarse de ellas y volver de inmediato a rendir al máximo nivel.

El último capítulo de su calvario con las lesiones llegó en la victoria (1-0) de los azules ante el Almería. Un rival cayó sobre su tobillo y el centrocampista tuvo que ser sustituido. Tras el encuentro tenía el tobillo hinchado. La lesión le impidió regresar al equipo tras el parón de invierno y se perdió el choque que los azules empataron (1-1) en el campo del Leganés. Esta semana ha vuelto a entrenar y ya apunta a titular en el costado izquierdo del centro del campo del Oviedo para el encuentro que disputarán el domingo (12 horas) en el Tartiere ante el Zaragoza.

Borja Valle realizó unas declaraciones tras el entrenamiento de ayer en El Requexón en las que se vio a un jugador positivo y ansioso por volver. El berciano transmitió una carga enorme de optimismo. "Estoy muy contento porque deseaba volver a entrenar, después de tanta lesión, tantos problemas. No tengo dolor y mi cabeza no me recuerda el tobillo", añadía un Valle más que dispuesto a jugar el domingo.

Y eso que si hay un jugador que ha tenido excusas para venirse abajo es precisamente él. Valle fichó la pasada temporada por el Oviedo y durante la pretemporada demostró su talento y se hizo un hueco en el once inicial. Todo iba bien hasta que en la primera jornada de Liga, en la victoria (3-1) de los azules ante el Sporting B, tuvo que ser sustituido a los quince minutos. Lo que en principio fue diagnosticado como un esguince de rodilla le mantuvo tres meses fuera de los terrenos de juego.

Una vez recuperado, Valle se convirtió en el mejor fichaje de invierno para un Oviedo que ganó mucho con él en la segunda vuelta de la competición. La pasada temporada no tuvo muchos más sobresaltos para un joven de 23 años que demuestra una madurez impropia de su edad cada vez que se pone delante de los micrófonos.

El salto a Segunda fue un reto para el Oviedo y para los jugadores que seguían de la temporada pasada. El club se había reforzado bien y los que seguían debían demostrar que estaban en condiciones de mantener su puesto. Uno de los que lo tenía más difícil era Borja Valle. Los fichajes de Hervías y Aguirre, y la continuidad de un Susaeta indiscutible, le complicaban encontrar un hueco en el once titular.

Las dos primeras jornadas de Liga partió desde el banquillo. Y precisamente saliendo de suplente se ganó el puesto. Egea le puso de inicio en los tres siguientes partidos y el Oviedo mejoró sus prestaciones. El puesto era suyo. Pero de nuevo la rodilla se interpuso en su camino.

A los 31 minutos de juego en el encuentro que los azules perdieron (1-2) ante el Girona, Valle tuvo que ser sustituido. De nuevo un esguince de rodilla. Siete partidos en el dique seco hasta que volvió a jugar unos minutos en la victoria (1-0) ante el Numancia. Desde entonces volvió a ser titular y uno de los jugadores más determinantes del equipo azul.

"Nunca he tenido tantos problemas, la verdad es que te paras un poco a pensar cómo han sido las lesiones y al final es mala suerte, que te caigan dos chicos encima, uno en la rodilla y otro en el tobillo, que caiga de espaldas y me hago daño; al final es fútbol, es mala suerte y lo que espero es no volver a parar", reflexionaba ayer el jugador de Ponferrada sobre su mala fortuna con las lesiones desde que llegó al Oviedo.

Pero, con cierto sentido del humor, Valle reconocía que vuelve "después de las lesiones con mucha ilusión porque como cada nada tengo trabas luego tengo muchas ganas de volver". Y es que, más allá de los contratiempos, el jugador considera que las cosas le van muy bien en el Oviedo: "Las cosas han salido bien, el entrenador me da mucha confianza, cuenta conmigo, y las ganas y la ilusión es la mejor forma de agradecérselo".

Y es que Borja Valle ya no piensa ni en el tobillo ni en la rodilla. En su cabeza sólo está el Zaragoza: "Es un partidazo, por posición en la tabla y por ser dos equipos históricos", concluía.

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