El Oviedo es un equipo con muchos problemas en una categoría extenuante, pero el contratiempo principal,-para verlo no hace falta tener una cátedra en el fútbol,- es defensivo. Los azules hacen aguas. Es un problema que Anquela no corrige y que lleva pasando toda la temporada. Ayer, en la derrota ante el Nàstic, la tercera consecutiva fuera de casa, los errores en área propia, no tanto en el juego, privaron al Oviedo de puntuar. Los datos son demoledores: en once jornadas el Oviedo ya ha concedido 15 tantos y para encontrar un equipo con ese bagaje hay que irse hasta los puestos de descenso, solo el Extremadura (17), el Nàstic (18) y el Córdoba (22), tienen cifras tan malas.
