La lectura de un partido de fútbol siempre tiende al resultado. Es inevitable. Sin embargo, si se analiza lo sucedido en el Nou Stadi aumentando el foco se pone en evidencia la ambición y el coraje que mostró el Oviedo. La imagen de los carbayones fue digna, mucho mejor que lo que se vio, por ejemplo, en el Wanda ante el Rayo Majadahonda. El Oviedo salió a ganar y, aunque hubo momentos de zozobra, tampoco se amilanó con el resultado en contra. Mucha culpa de ese espíritu valiente la tuvo la entrada, otra vez, de Ibrahima Baldé. El senegalés demostró, esta vez con buen juego además de casta, que está para ser titular. Además, anotó su primer gol como oviedista, algo que le debe dar confianza pese a que el equipo regrese de vacío. "La pantera" está de moda, otra semana más.
