Cada tanto de esta temporada va seguido de un grito de liberación. Como si Joselu hubiera llegado tarde a su cita con el gol. Pero poco a poco, su saldo va engordando. Ya son cinco dianas en su cuenta y promete más. El de Elche también fue una celebración con alivio. Había fallado una jugada similar pocos minutos antes, y eso condiciona. Joselu analiza para LA NUEVA ESPAÑA el buen momento del Oviedo y su contribución al equipo.
- Una victoria de las que se disfrutan más.
-Fue un partido sufrido. Nos pusimos por delante y nos empatan en una jugada desafortunada, cuando no estábamos pasando demasiados apuros. Y en una acción con algo de suerte, aunque justo antes habíamos rematado al larguero, viene el penalti. Y nos llevamos una victoria importante. Es una alegría inmensa.
- ¿Qué es lo primero que pasa por su cabeza cuando el árbitro señala el penalti: "¿Qué pena no estar en el campo? "¿De qué marrón me he librado?"
-¿Lo primero? Que el que coja el balón lo meta. Nada más. Veo que lo asume Toché y estaba confiado en que lo iba a meter. Nos merecíamos meter un penalti, ya está bien de tantos fallos. Lo tiró fenomenal y sirve para sumar otra victoria.
- Y otro gol para la cuenta personal de Joselu.
-Me fui contento, pero tres minutos antes de ese tanto había pensado "tierra, trágame" porque había fallado una ocasión muy muy clara. Pero tuve otra de seguido y la metí. A ver si esto significa el inicio de una buena racha para bien mío y del equipo.
- Cuando encara al portero en la acción del gol, ¿le pasa por la cabeza lo que ha sucedido tres minutos antes?
-Sí, claro que te condiciona. Venía de una acción en la que había definido de una forma horrible y en ese momento cuando encaro a Badia mi cabeza me dice que no la puedo volver a fallar. Engañé al portero, entró y me quité un buen peso de encima.
- ¿Una liberación?
-Al final los delanteros vivimos del gol y si entras en una mala dinámica, fallando ocasiones... Somos humanos y la mente es muy traicionera, te puede jugar una mala pasada. A quien no le suceda es que tiene una fuerza mental admirable. Pero yo soy así. Cuando vi la pelota entrar y que el línea no levantaba la bandera sentí una alegría inmensa.
- Al margen de los goles, la afición siempre reconoce su esfuerzo y trabajo.
-Y me llega, pero prefiero que se me reconociera por meter goles, que es por lo que me ha firmado el Oviedo. Yo ayudo al equipo con goles y con trabajo; lo segundo nunca va a faltar y los tantos tienen que llegar.
- ¿Se sintió más cómodo con el sistema de la segunda parte?
-Nunca sabes, porque ante el Cádiz jugué solo arriba y también tuve ocasiones de meter. Lo que ayuda es un futbolista como Saúl, un jugador determinante en este equipo, los delanteros lo notamos porque tiene uno contra uno y último pase. Esperamos que se ponga cuanto antes con ese pico de forma óptimo porque va a dar mucho al equipo.
- ¿Le ha agradecido a Berjón las dos asistencias?
-Le he dicho que ya es hora de que nos entendamos mejor en el campo (risas). Fuera del campo ya lo hacemos, pero dentro aún nos falta algo de "feeling".
- ¿Y el sexto puesto?
-Creo que sería un error ponerte a mirar resultados y la clasificación a estas alturas. Nos ha ido muy bien sólo haciéndole caso al siguiente rival. Hace un par de meses la gente nos daba por muertos, y el entrenador ha confiado en este equipo, ha seguido creyendo. Y nosotros en él, en el sistema y en el trabajo. Seguimos igual. Pensamos en el Alcorcón y en seguir sumando. Ya habrá tiempo de mirar resultados y echar cuentas.