Es como si, al ver todo perdido, los futbolistas hubieran reaccionado. El botín, un punto en Montilivi, era jugoso; quizás por eso el equipo estuvo atenazado en la primera mitad. Pero arrebatado el premio (cabezazo impecable de Stuani) a los azules no les quedó otra respuesta que mirar hacia adelante. Y hacerlo con valentía. La reacción de los de Rozada en Montilivi, ante el equipo con mayor inversión en su plantilla y justo en el momento que peor pintaba el asunto, añade razones para el optimismo en cuanto al futuro inmediato del equipo. La dura cuesta de enero, ante rivales del grupo de favoritos, finaliza con consecuencias en la tabla (el Oviedo navega en puestos de descenso), pero el calendario ofrece ahora la oportunidad de rebelarse ante la situación, con varios partidos ante rivales directos en la pelea por la salvación.
Mejor en campo contrario. El guion de la segunda mitad demuestra que el equipo es más sólido cuando juega en el campo del rival. La estrategia tiene sus riesgos (Brandon gozó de una buena ocasión) pero el equipo parece más natural de esta forma. La sangría defensiva sigue lastrando al equipo (con 37 goles es el equipo más goleado de Segunda), pero ponerle ataduras a este equipo le desnaturaliza. Con Ortuño sin poder realizador, el arma más fiable en las últimas semanas llega de la segunda línea, como demostró Tejera en Gerona.
Las alternativas para el técnico. El mercado de invierno está sirviendo para que Rozada cuente con más opciones a la hora de plantear los partidos. Lunin por Champagne es un cambio natural que ha sido acogido con tranquilidad. Sin grandes consecuencias, aunque en el ucraniano se intuye un portero de nivel. Luismi le da al centro del campo el empaque que demandaba en la primera vuelta y permite que el entrenador juegue con su acompañante. Ante el Huesca fue Tejera; en Gerona empezó Jimmy y siguieron, tras el descanso, los dos. Arriba, Rodri dará la opción de jugar con dos delanteros, algo que ya se vio en el inicio del choque en Montilivi, con Sangalli como acompañante de Ortuño. En definitiva, Rozada parece contar con alternativas de sobra en su pizarra.
Un equipo mejorable. Rodri Ríos llegará al plantel de Rozada (ya se entrena a sus órdenes) en cuanto el club formalice los requisitos para inscribirlo en la competición y en el club no se descartan más movimientos. Que haya más fichajes depende de varios factores. De un lado, las posibles salidas. De otro, aglutinar más patrocinadores. Si alguna de las operaciones fructificara, el deseo de la dirección deportiva es seguir reforzando el equipo. Se quiere limitar los riesgos en lo que queda de competición. Parece que de haber más fichajes la línea a reforzar sería la defensa pero en todo caso los movimientos dependerán en gran medida de lo que ofrezca el mercado. Los últimos días del mercado de invierno siempre suele ser de ofrecimientos, y el Oviedo podría encontrar operaciones interesantes en las próximas fechas. El club permanece atento a todos los movimientos.
El momento de la verdad. El calendario no le ha dado respiro al Oviedo en este inicio de año. Los azules no lograron ganar al Málaga en su campo antes de enfrentarse a Almería, Huesca y Girona, tres de los cuatro equipos con un tope salarial más alto (solo falta el Rayo Vallecano, al que los azules visitan la semana que viene). Ahora llegan los duelos ante rivales directos. El domingo, el Albacete. En tres jornadas, el Alcorcón. Después, visita al Lugo. El Tenerife será el siguiente en llegar al Tartiere, y los azules viajan a Lugo la siguiente semana. Se presentan unas semanas interesantes para saber dónde puede estar el equipo. Sacar la cabeza cuanto antes es el primer paso en busca de la tranquilidad en El Requexón.
