El Oviedo eleva la intensidad de su trabajo. La plantilla azul completó ayer la tercera sesión de entrenamientos en grupo dentro de la fase del protocolo sanitario del Consejo Superior de Deportes (CSD) para el regreso a la competición. Tras dejar atrás la fase de entrenamientos individuales, los azules acumulan ya diez sesiones de entrenamiento y el técnico, Cuco Ziganda ha comenzado a aumentar de manera progresiva la duración y la intensidad de las sesiones.
La plantilla oviedista está dividida en tres grupos, de diez jugadores, cuya composición se mantiene invariable desde el pasado lunes cuando se iniciaron las sesiones grupales para permitir un mayor control sobre ellos y evitar así posibles contagios. Tampoco se ha variado el horario ni el orden en el que se entrenan los grupos.
El primero de ellos comienza a trabajar a las nueve de la mañana integrado por: Lunin, Berto Hórreo, Lucas Ahijado, Grippo, Javi Mier, Tejera, Edu Cortina, Sangalli, Ibra y Obeng. A continuación, el turno es para el segundo turno integrado por: Alfonso Herrero, Jorge Mier, Christian Fernández, Josín Martínez, Lolo, Jimmy, Borja Sánchez, Javi Cueto, Ortuño y Bárcenas, mientras que el tercero esta formado por: Champagne, Juanjo Nieto, Carlos Hernández, Mossa, Luismi, Riki, Coris, Arribas, Rodri y Saúl Berjón.
De los jugadores del Vetusta, tres se entrenan con el primer grupo, Berto Hórreo, Javi Mier y Obeng; mientras que Jorge Mier, Josín y Javi Cueto, lo hacen en el dos, quedando en el tercero, Riki.
Ziganda está subiendo un peldaño la intensidad de las sesiones de cara a pasar a la cuarta y última fase que consistirá en sesiones colectivas, con todos los futbolistas juntos, aunque también LaLiga podría establecer una fase intermedia en la que los entrenamientos serían en dos grupos, de quince jugadores.
En las sesiones está predominando los ejercicios con balón, evitando siempre el contacto físico, mientras que los jugadores realizan por la tarde en sus domicilios el trabajo que antes hacían en el gimnasio, que ahora no utilizan.
Ibrahima fue el jugador que compareció ayer ante los medios de comunicación de manera telemática. El delantero es uno de los jugadores que finalizan contrato esta temporada y ayer dejó claro su deseo. «Ojalá me renueven para la próxima temporada. No he hablado nada con el club y ahora lo único que hay que hacer es entrenar para volver a competir. Lo que tengo que hacer es entrenar, hacerlo bien y luego se verá lo que va a pasar».
Ibrahima valoró el hecho de que el Oviedo, junto con el Almería, son los únicos clubes que no han recurrido a la reducción de salarios de la plantilla ni aplicado un ERTE a sus empleados. “Eso demuestra el compromiso que tiene el club con sus jugadores y sus empleados. Tenemos el mejor de los presidentes, lo digo sinceramente. Pagan a todo el mundo al día y nosotros tenemos que estar más comprometidos que nunca para intentar hacer nuestro trabajo como siempre o incluso mejor todavía”
Con respecto a la influencia que tendrán los cinco cambios en los que resta de competición dijo que “vendrán bien a todos los equipos. Es algo bueno y seguro que los entrenadores estarán encantados con esta posibilidad”. Sobre la posibilidad de volver a la competición en tres semanas, dijo que “tenemos una plantilla amplia y estamos trabajando bien de cara a lo que vendrá”.
Sobre el hecho de tener que jugar a puerta cerrada, el delantero aseguró que “ El fútbol sin la afición en el Tartiere no es fútbol, pero habrá que adaptarse. Jugar sin mi gente será raro, cuando el Tartiere grita es otra cosa para todos, para nosotros y los rivales. Los aficionados nos seguirán apoyando desde fuera, pero no será igual”.
