Un miembro de la plantilla del Oviedo utiliza una especie de trabalenguas cuando se le pregunta por Blanco Leschuk: “Es un goleador, que tiene poco gol, pero que nos da muchos goles”.
La definición viene a cuento por el actual momento ofensivo del Oviedo: el tercer equipo con más pólvora de la Liga con 14 goles a favor, empatado con el Fuenlabrada y con el Lugo. Motivo suficiente para que la preocupación de la pretemporada haya quedado ya en el olvido. “Nos falta gol”, dijo Ziganda antes de que el balón echase a rodar. Su reflexión hacía hincapié en las salidas de Berjón, Bárcenas y Ortuño, responsables de la mayoría de los tantos de los azules durante el año pasado.
Ahora, al Oviedo el gol le sobra y, además, lo tiene repartido entre varios de sus futbolistas. Porque es ese uno de los puntos llamativos del equipo azul. Desde que Ziganda encontró el camino en el encuentro ante Las Palmas, perforar la red rival no es trabajo solo de Leschuk. El argentino se estrenó ante el Zaragoza, pero mientras sus goles llegan Ziganda parece que podrá estar tranquilo.
Hay un club de cinco futbolistas que tiran del carro y han anotado 10 de los 14 goles del equipo. Llevan dos cada uno. Son Edgar, Nahuel, Borja, Obeng y Sangalli. Los tres últimos ya estaban en el Oviedo la campaña pasada y la buena noticia para el equipo es que se aproximan a sus mejores registros goleadores en el equipo azul. Sangalli metió cinco tantos el curso pasado, Borja cuatro y Obeng tres. También pueden estar contentos los nuevos: Nahuel llevaba cuatro temporadas sin hacer dos goles y Edgar nunca lo había hecho como futbolista profesional. Mientras el gol fluye, el Oviedo celebra que Leschuk haya abierto la lata tras un penalti errado y un gol anulado. Vendrán muchos más tantos del argentino, pronostican en el club. Leschuk se ha puesto el reto de superar los nueve tantos que consiguió en el Málaga hace dos temporadas. A dicha misión le ayudará a no mucho tardar Rodri, que se prepara para poder volver al ruedo tras la lesión que sufrió en la pretemporada. Es el único jugador que no ha debutado.
En el Oviedo esperan que sea un complemento ideal en la delantera y una herramienta más que permita a Ziganda variar el sistema y jugar con dos arietes si así lo exigen las circunstancias.
