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Minucha, en 2019

Así era "Minucha", la socia más antigua del Oviedo: pionera en la Universidad y en la grada del Tartiere

La hincha oviedista, fallecida a los 98 años, fue una mujer adelantada a su tiempo

Si Herminia Sarmiento, “Minucha” (Puenteareas, Pontevedra, 1922-Oviedo, 2021), viviese hoy, se levantaría con cierto miedo. No sería un día más, aunque en realidad haría lo de siempre. Su rutina habitual. Desayunar, leer LA NUEVA ESPAÑA “de la primera a la última línea”, tomar uno o dos vinos en el Mariluz y de vuelta a casa. Un poco de música clásica, preguntar por los nietos y, si acaso, darle a la pintura. Pero no sería un día más porque mañana se juega un derbi asturiano y Minucha era muy, pero que muy oviedista.

Lo era tanto, tanto, que se fue siendo la abonada más antigua del club azul. Minucha ya no está, falleció el pasado miércoles en Oviedo a los 98 años, pero su recuerdo seguirá por siempre porque la aficionada azul era de las que dejan huella. Una adelantada a su tiempo, Minucha no dudó en ir a la Universidad cuando no había casi mujeres y fue pionera en animar en la grada del Tartiere cuando la tribuna era solo cosa de hombres. “Siempre nos decía lo bien que le habían tratado sus compañeros en la facultad y que en el campo jamás le dijeron nada”, recordaban ayer sus hijos, Ana, Guillermo e Ignacio Estrada, en el tanatorio de la eterna aficionada azul. Presumida, culta y dicharachera hasta el final, Minucha no nació en Oviedo, pero fue una carbayona más.

Minucha, en 2019

Llegó a Asturias con 16 años. Su padre, Manuel Sarmiento, era juez. Le destinaron a Gijón y luego se trasladó a Oviedo. Minucha era la mayor de cinco hermanos y uno de ellos fue Manuel Sarmiento, emblemático periodista deportivo fallecido en 2001, que colaboró con LA NUEVA ESPAÑA y fue subdirector del diario “As”. Minucha se hizo oviedista prácticamente a su llegada al Principado y se sacó su abono azul en 1949. “Me hice del equipo porque me encantó la ciudad. Oviedo es lo más guapo de España”, reveló la aficionada en una entrevista con LA NUEVA ESPAÑA en marzo de 2019, en la víspera de otro derbi.

En la carrera que estudió, la de Derecho, era la única mujer en el aula y allí conoció a Guillermo Estrada, el que sería su marido. Era abogado y además llegó a ser directivo del Oviedo durante la presidencia de Enrique Rubio (1967-1971). Minucha, mujer inquieta, asesoró siempre a su marido en su tarea como gestor del equipo azul. “Él le escuchaba y le hacía mucho caso”, rememoraba su hija, Ana Estrada.

Minucha se matriculó en Derecho y prácticamente al salir se topó con la barrera de género. Quiso ser jueza, pero en su época no se podía por ser mujer. Entonces se planteó ser abogada, pero su padre, presidente de la Audiencia, le dijo que no le parecía correcto por posible incompatibilidad familiar. Entonces Minucha se sacó una oposición y trabajó en el juzgado municipal de Oviedo hasta 1969. Tras disfrutar de una baja de maternidad dejó su ocupación para cuidar de sus hijos. También tuvo más tiempo para seguir al Oviedo.

Carmen Bernaldo de Quirós (nuera), Guillermo Estrada (hijo), Ignacio Estrada (hijo) y Ana Estrada (hija)

Incondicional del Tartiere, viajó por toda España siguiendo al equipo azul junto a su marido a bordo de un Seat 132. Su ídolo era José María, al que incluso fue a ver cuando jugaba en el Espanyol. El cambio de estadio fue un antes y un después para ella. Dejó de acudir al campo por el frío y por la incomodidad del nuevo Tartiere. Fue, eso sí, en días señalados, como el último partido en Segunda B, ante el Nàstic, o la presentación de Esteban tras su vuelta al Oviedo. No se perdía detalle de los partidos por televisión y se ponía muy nerviosa. Adoraba a sus cinco nietos y tenía un ojo puesto en las andanzas de Nacho, que juega en el Oviedo de Liga Nacional. Si viviese, mañana seguiría el derbi con su pasión habitual, pero con clase. “Era muy oviedista, pero muy educada y nada antisportinguista. A mí me reñía cuando me metía mucho con el Sporting”, decía su hija Ana. Y la familia coincide, esté o no esté, el de mañana no es un derbi más: es el derbi de Minucha.

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